El profesor del IESE Sandalio Gómez denunció hoy la falta de disposición real del Gobierno y de los agentes sociales para hacer frente a la crisis desde el ámbito laboral y frenar así la sangría que está provocando el incremento del desempleo en la economía española.
En una rueda de prensa para presentar el informe ‘Las reformas laborales en España y su impacto en el mercado de trabajo (periodo 1985-2008)’, Gómez calificó de "sorprendente" que el Ejecutivo y los interlocutores no hablen de las reformas más inmediatas que necesita el mercado laboral.
De hecho, aseguró que ante la crisis todo el mundo tiene que "arrimar el hombro" y el Gobierno tienes que asumir un liderazgo para llevar a cabo las reformas necesarias."Hace falta un liderazgo y el Gobierno no se ha atrevido a hacerlo". No obstante, consideró que en 2009 la situación será "lo suficientemente grave" para que los agentes empiecen a reaccionar.
Para hacer frente a la crisis, apostó por crear un contrato a tiempo fijo de cinco o siete años con una indemnización pactada, que permita cierta estabilidad tanto al trabajador como al empresario. Asimismo, destacó la importancia de impulsar la formación para que los trabajadores tengan más defensas cuando vayan al desempleo y de incrementar la movilidad geográfica para equilibrar la fuerza del trabajo.
En esta misma línea, el presidente de Sagardoy Abogados y catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Antonio Sagardoy, denunció también que ni el Gobierno ni los agentes sociales "no están haciendo nada" para hacer frente a los problemas del mercado laboral, y apostó por desarrollar medidas emergentes ante el actual periodo económico.
En este sentido, consideró que ahora no es el momento de poner en marcha medidas estructurales porque la economía atraviesa momentos excepcionales que exigen iniciativas excepcionales par facilitar el empleo. En concreto, rechazó las subvenciones como medio generador de empleo y apostó por crear un decreto ley excepcional pactado que incluya medidas como el contrato para el empleo, el impulso de las ETTs, las trasformaciones de contratos y la doble escala salarial.
Según Sagardoy, serían medidas temporales y excepcionales, que pueden ser tachadas de "poco sociales", pero que pueden permitir hacer frente a la actual situación. "Ante la sangría del paro primero hay que aplicar un torniquete para después ir al quirófano", subrayó.
Así, aseguró que, una vez superado este periodo, se deberán acometer las reformas estructurales necesarias en el mercado de trabajo que, a su parecer, tendrán que responder al interrogante sobre la temporalidad en España, ya que es "un error mayúsculo" querer contratos temporales en una empresa. "La formación es clave y sólo se logra con trabajadores estables", indicó, tras asegurar que mientras no se entre en el problema de la temporalidad las reformas no serán "completas".
Por su parte, la ex secretaria ejecutiva del Sector de Banca, Cajas y Seguros de CCOO, María Jesús Paredes, denunció también la falta de liderazgo del Ejecutivo ante la crisis, y resaltó la importancia de que las reformas laborales que vayan surgiendo nazcan de un compromiso colectivo del país. "O hay compromiso político y social o será enormemente complicado desarrollar una reforma laboral ante la incertidumbre", subrayó, tras aseverar que las reformas tienen que desarrollarse al aliento del compromiso colectivo.
Aseguró que el país parece "postrado ante la melancolía", ya que no hay voluntad de llevar a cabo las reformas necesarias, y apostó por combatir esta actitud con medidas que en ningún caso deben tocar el precio de salida del mercado de trabajo. "No es intocable, pero ahora hay que trabajar en la entrada en el mercado, no en la salida", indicó.
LA REFORMA LABORAL TENDRÁ QUE ESPERAR
El estudio ‘Las reformas laborales en España y su impacto en el mercado de trabajo (periodo 1985-2008)’ repasa el contenido y la eficacia de las distintas reformas que se han producido en el Estatuto de los Trabajadores desde su aprobación (1980) hasta su actualidad y ofrece una serie de recomendaciones para afrontar con éxito futuras reformas.
El estudio asegura que ninguna de las reformas aprobadas hasta la fecha ha conseguido los objetivos que se proponía, lo que debe servir de experiencia a la hora de abordar la próxima reforma que, según el informe, debe desarrollarse en un periodo de crecimiento "sano y sostenido" para impulsar medidas concretas que permitan flexibilizar el marco laboral y ayudar a mejorar la competitividad de las empresas.
Así, los autores del informe creen que la reforma laboral debe esperar a que el clima económico sea más favorable para abordar temas claves considerados tabúes, como la creación de nuevos tipos de contratos con duración e indemnizaciones pactadas o la redefinición e impulso de los cauces del despido individual y colectivo.
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