El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, aseguró ayer que el precio de venta de sus inmuebles es "naturalmente más bajo que si las viviendas estuvieran vacías" porque el organismo ha "preferido" destinarlas a sus arrendatarios, que pagan un "precio muy módico" y tenían derecho a "todas las transmisiones legales" de herencia con una expectativa de periodos de ocupación dilatados, "antes que desahuciarlas y venderlas más caras".
En declaraciones a Europa Press, Granado respondió así al ‘Informe de Fiscalización de la Contratación celebrada durante el ejercicio 2005 por la Tesorería General de la Seguridad Social’ elaborado por el Tribunal de Cuentas, en el que se denuncia "falta de transparencia" en la fijación de unos precios de venta "muy inferiores" a los precios de mercado, si éstos hubiesen sido calculados suponiendo libres de arrendamiento las viviendas o los locales.
En respuesta, asegura que, al vender las viviendas, siguiendo las instrucciones del Tribunal de Cuentas a "precios de mercado", el porcentaje de adjudicaciones desiertas en las subastas se elevó desde el 55,36% en 2006 al 82,28% en 2008, año en el que además se registró una caída de la recaudación de 21 millones de euros.
LA SS CUMPLE "ESCRUPULOSAMENTE" CON EL TRIBUNAL
El Tribunal explica que la mayor parte de las enajenaciones de inmuebles de su propiedad efectuadas por la Tesorería durante ese año se refirieron a viviendas y locales que previamente se encontraban arrendados y se instrumentaron mediante una "encomienda de gestión" efectuada a favor de la empresa pública SEGIPSA.
Granado asegura que el precio de venta se ajusta "escrupulosamente" a la tasación, realizada por una empresa pública, SEGIPSA, porque el Tribunal de Cuentas "encontró anteriormente "problemas a tasadores privados".
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