La Comisión Europea presentará hoy la revisión del Fondo Europeo de Ajuste a la Globalización (EGF, por sus siglas en inglés), destinado a apoyar a los trabajadores despedidos, para hacerlo más accesible y convertirlo en una ayuda más efectiva.
El EGF cuenta con una dotación de 500 millones de euros anuales, pero hasta ahora sólo se han concedido alrededor de 67 millones a doce casos enmarcados en el sector textil, automovilístico y de la telefonía móvil.
Según la portavoz comunitaria de Empleo, Chantal Hughes, no se está aprovechando toda la dotación y la capacidad del EGF y por eso tiene sentido revisarlo y facilitar el acceso a la financiación.
En Puerto Real (Cádiz), se beneficiaron de 10,4 millones de euros procedentes de este Fondo los casi 1.600 trabajadores despedidos a raíz del cierre de la fábrica de la multinacional estadounidense de componentes del automóvil Delphi.
Este Fondo, en vigor desde enero de 2007, tiene como objetivo financiar medidas de inserción laboral activa, como formación, orientación laboral, reconocimiento de cualificaciones, certificación y apoyo a los empresarios, todo ello para facilitar al desempleado el regreso a la vida laboral.
Tal y como está formulado ahora, puede conceder ayudas económicas a países en caso de despido de más de 1.000 trabajadores de una empresa o de un sector regional a raíz de la deslocalización de empresas o cambios estructurales en el comercio que generan un incremento sustancial de las importaciones.
Si en un estado miembro se producen despidos a gran escala debidos a la globalización, el Gobierno nacional puede solicitar a la UE financiación parcial del plan de ayuda a los trabajadores afectados.
La Comisión Europea evalúa el plan y lo somete a la aprobación de la autoridad presupuestaria (el Consejo y el Parlamento Europeo) y si da su visto bueno el país puede recibir hasta el 50% de los costes del plan.
Los comentarios están cerrados.