La Conselleria de Trabajo y Formación ha tramitado en lo que va de año 58 Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), frente a los 32 que tramitó en 2007, que han afectado 546 trabajadores, un 93 por ciento más que el año anterior, cuando la cifra de empleados que se vieron afectados por esta medida administrativa ascendió a 282, según datos facilitados por el Govern a Europa Press.
Así, con datos cerrados del mes de noviembre la Conselleria ha tramitado 58 ERE de los que 36 son de suspensión de contratos (afectando a 305 trabajadores), 15 de extinción (226 afectados) y 7 corresponden a reducciones de jornada (15 afectados), siendo los trabajadores directamente afectados por estas medidas 546, si bien el número real de trabajadores afectados es de 821, según aseguró el Govern. En 2007 se produjeron 93 despidos y 189 suspensiones de contratos derivadas de ERE.
Los mismos datos señalan que el incremento de ERE se produjo a partir del mes de julio, ya que en los siete primeros meses del año se habían solicitado 13 ERE, mientras que de julio a noviembre se han presentado 45 solicitudes, siendo en el último trimestre (septiembre a noviembre) donde se concentra el máximo número de ERE (32). Estos expedientes afectan a todos los sectores y su mayor incidencia esta centrada en la isla de Mallorca.
Estos datos corresponden a los ERE que se resuelven en vía administrativa por la Conselleria. Por tanto, no se incluyen los ERE que se tramitan por el Ministerio de Trabajo y que afectan a Baleares (caso de Spanair), ni tampoco se computan los que derivan de un procedimiento concursal, los cuales son solicitados ante la Jurisdicción de lo Mercantil y resueltos por el Juez del concurso de acreedores, el único competente para acordar los despidos solicitados.El director general de Trabajo, Pere Aguiló, explicó en una entrevista concedida a Europa Press que la crisis ha disparado de forma "incuestionable" el número de ERE, y señaló asimismo que algunas empresas intentan presentar expedientes, aprovechando la mala situación económica, pero luego "no son capaces de acreditar el impacto" que (la crisis) tiene en sus empresas, con lo que la Conselleria los desestima.
Un ERE es un procedimiento administrativo especial a través del cual la empresa tiene que demostrar que tiene una necesidad "cierta y clara" de reducir empleos atendiendo a una causa "objetiva y demostrada", por pérdidas, y que si continúa con el mismo personal deberá "cerrar, reducir muchos más empleos o sufrir graves pérdidas", explicó Aguiló.
"Exigimos documentación demostrativa de que existen causas para presentar el ERE y vigilamos de manera meticulosa que esta documentación justifique la extinción de los contratos", remarcó, para resaltar a continuación la "ayuda inestimable" de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social, que examinan de forma "escrupulosa" la documentación para ver si hay algún tipo de irregularidad que podría fundamentar de manera incorrecta la petición de la empresa.
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