El fabricante de automóviles Vauxhall informó ayer de que no espera una ‘gran respuesta’ a la propuesta presentada a su fuerza laboral para que deje de trabajar durante varios meses y acepte una reducción de los salarios.
El pasado jueves, General Motors, propietario de Vauxhall, presentó este plan a los sindicatos en la planta de la compañía en Ellesmere Port, al noroeste de Inglaterra.
La propuesta incluye la opción de que los trabajadores se tomen entre dos a nueve meses de excedencia y una reducción del treinta por ciento de su salario básico.
Un portavoz de Vauxhall señaló que el número de trabajadores que han aceptado el plan no se conocerá hasta principios del próximo año, pero admitió que no espera ‘una gran respuesta’.
La fuente resaltó que la desaceleración económica no durará para siempre y que, cuando las cosas mejoren, la empresa volverá a necesitar al personal.
‘Vamos a recortar costes el año próximo, pero no puestos de trabajo’, indicó el portavoz.
Vauxhall, afectado por el fuerte de descenso en la venta de automóviles, emplea a más de 5.000 personas en sus plantas de Ellesmere y Luton, esta última al norte de Londres.
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