El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, abogó ayer por levantar la moratoria que limita la entrada de trabajadores búlgaros y rumanos a España, aunque apostó por revisar esta decisión a los seis meses "para ver si efectivamente no ha producido ningún efecto negativo".
Durante su intervención en la comida informativa organizada por el Foro ABC, Corbacho dijo que la situación del paro en España afecta de manera especial a los inmigrantes y que Rumanía quiere que muchos de sus compatriotas vuelvan a su países de origen, lo que le lleva a pensar que levantar la moratoria "no va a tener efecto en el marcado laboral".
"Creo que el flujo de búlgaros y rumanos que viene a España no se vería incrementado, pero tampoco puedo afirmarlo", señaló el ministro. En cualquier caso, precisó que la decisión definitiva la tomará el Ministerio de Asuntos Exteriores esta semana o la siguiente.
Bulgaria y Rumanía entraron el 1 de enero de 2007 a formar parte de la Unión Europea, pero algunos países como España decidieron restringir la entrada de trabajadores de estas nacionalidades hasta el 31 de diciembre de 2009 para evitar una posible llegada masiva.
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