Cerca del 40% de los niños superdotados a nivel intelectual no consigue acabar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) por no sentirse suficientemente estimulados en el sistema educativo actual, asegura MENSA, una organización dirigida a personas con un elevado cociente intelectual.
Este es uno de principales asuntos tratados en la reunión anual de la organización, celebrada en Lleida y en la que han participado cerca de 180 superdotados de toda España.
El presidente estatal de la organización, Javier Achirica, ha explicado que uno de los mayores problemas del colectivo de superdotados es que el sistema educativo no les ofrece la atención que necesitan, por lo que muchos niños se aburren en clase, no atienden y por ello son considerados problemáticos. "Nosotros recibimos llamadas de padres desesperados porque no saben qué hacer o dónde llevar a sus hijos, ya que los pocos centros especializados que hay están en las grandes ciudades, son privados y, como valen mucho dinero, no todo el mundo puede acceder a ellos", ha indicado Achirica.
Según el presidente de MENSA, el actual sistema educativo ignora a los niños superdotados, ya que, a diferencia de otros colectivos, no hay programas específicos de atención a sus necesidades especiales. "Es una carencia que no se cubre porque eso significaría más recursos económicos y personales, así no se atiende y ya está", denuncia el presidente.
Una posible solución pasaría, según Achirica, por volver a permitir que los superdotados pasen a cursos superiores -cosa que antes sucedía y ahora no-, aunque dejando que también hagan actividades con los niños de su edad, "ya que si no sus necesidades intelectuales sí estarán cubiertas pero las emocionales y sociales no". Otra posible forma de atender esta situación especial sería organizar reuniones de orientación a los padres de niños superdotados, que en la actualidad no reciben ningún tipo de información o ayuda por parte del sistema educativo, de acuerdo con Achirica.
La situación en España, asegura, contrasta mucho con la de países como Estados Unidos, "donde se hacen tests de inteligencia en las escuelas, cosa que aquí no pasa, se crean programas específicos de atención a los superdotados y serlo está bien valorado a nivel laboral, de manera que muchos ponen su cociente intelectual en su currículum, cosa que aquí nadie hace".
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