El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, defendió hoy que su departamento no ha incurrido en ningún tipo de "favoritismo" hacia la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en la firma del convenio suscrito en 2007 "para agilizar la tramitación de solicitudes" de extranjeros para convertirse en trabajadores por cuenta propia, "sin ningún coste económico para el Estado".
Durante la sesión de control al Gobierno, la diputada ‘popular’ Carmen Álvarez-Arenas le había reprochado que Trabajo haya "delegado" en UPTA la acreditación de viabilidad para los extranjeros que deseen instalarse como autónomos en nuestro país, lo que supone un "claro favoritismo" para una asociación "próxima a UGT y el PSOE".
"Qué altruista se ha vuelto la UPTA", apuntó la parlamentaria del PP, que acusó al Gobierno de vulnerar la Ley de Procedimientos Administrativos, ya que ésta precisa que no se pueden pedir a entidades privadas que emitan informes favorables o desfavorables para autorizar permisos.
En este punto, Corbacho insistió en que "no hay ninguna delegación de competencias" de los órganos competentes, en este caso la Dirección General de Inmigración y aseguró que la colaboración con UPTA "no tiene carácter exclusivo". En este sentido, recordó que Trabajo tiente abierta una mesa de negociación "con todas las asociaciones representativas de los autónomos".
Así, explicó que convenios similares pueden firmarse con cualquier entidad que acredite una "reconocida solvencia y prestigio". En este sentido avanzó que "en breve" se firmará un acuerdo similar con la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español y mostró su confianza en que "en un futuro" se extiendan los acuerdos "a cualquier asociación" que cumpla los requisitos.
Los comentarios están cerrados.