Dacia, la filial rumana del grupo Renault, anunció ayer que no renovará 620 contratos temporales, parará su producción un mes, recortará la cadencia de fabricación un 20% y reducirá un 40% las inversiones previstas para 2009, con el fin de hacer frente al descenso de la demanda en los mercados europeos.
La compañía explicó que el éxito de sus ventas en los mercados de exportación, a los que ha destinado 157.859 vehículos en los once primeros mese del año, no consigue compensar el deterioro del mercado automovilístico europeo.
En particular, sus matriculaciones en Rumanía cayeron un 52% en noviembre, con 4.698 unidades, en un mercado que se desplomó un 50% como consecuencia de la "invasión" de coches de ocasión y de la restricción de acceso al crédito.
Ante esta situación, Dacia ha decidido adoptar una serie de medidas urgentes. En primer lugar, suspenderá la producción durante un mes (entre el 11 de diciembre y el 11 de enero), al objeto de adaptar su actividad al descenso de la demanda. Los trabajadores percibirán el 85% de su salario.
Además, a partir del 12 de enero de 2008 la cadencia de fabricación de la firma rumana se reducirá un 20%, para pasar en 1.085 vehículos diarios, frente a los 1.360 coches que fabricaba cada día hasta la fecha. Como consecuencia, la compañía no renovará 620 contratos temporales que expiraban antes de fin de año.
Por último, Dacia recortará un 40% las inversiones previstas para el próximo ejercicio, que se reducen desde 250 a 150 millones de euros. La empresa precisó que las partidas correspondientes a seguridad en el trabajo y a las condiciones laborales se mantienen.
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