Una reforma laboral coyuntural sería "probablemente" una de las medidas que permitiría mitigar las consecuencias de la crisis y sus efectos en el desempleo. Así lo manifestó hoy el profesor de del Derecho del Trabajo de la Universidad de Oviedo, Iván Rodríguez, que afirmó que dicha reforma "no debe implicar sacrificios por parte de los trabajadores a muy largo plazo.
"Debería ser una renuncia y una flexibilización temporal de tal modo que cuando se supere el periodo de crisis los trabajadores retomen su actividad laboral en las mismas condiciones que hasta ahora recuperando derechos que parcialmente verían suspendidos", dijo Rodríguez.
El profesor participó hoy en las jornadas sobre la crisis y la acción sindical ante los despidos colectivos organizada por CC.OO en Gijón. En declaraciones a los medios, Rodríguez apostó por conceder "más flexibilidad a los empresarios, pero siempre con una flexibilidad bien entendida", ya que aseguró que estamos "en un contexto difícil".
Así por ejemplo se refirió a medidas que serían "sacrificios", como por ejemplo las que tienen que ver con la conciliación laboral y familiar, y añadió que también podrían implantarse "reducciones coyunturales de las indemnizaciones por despido".
"Creo que no tiene sentido que las empresas en crisis vean aún más agravada su situación por tener que hacer frente a fuertes indemnizaciones pactadas a veces incluso por encima de los límites legales", dijo Rodríguez, que insistió en que "no se puede tratar de lograr ventajas económicas a costa del resto".
A su juicio también es necesario dejar claro cuándo estamos hablando de crisis y si la misma supone pérdidas o dejar de tener tantos beneficios. "Lo que está claro es que los derechos de los trabajadores se ven garantizados cuanto mejor vaya la empresas y por tanto no se debería ver la situación como una contraposición de intereses inconciliable, porque todos deberían perseguir el mismo objetivo", dijo Rodríguez.Manifestó que España está inmersa en una crisis que no ha generado y por tanto la salida de la misma no depende únicamente de ella, sino que es necesaria una salida global con una actividad internacional coordinada. "Si EEUU sale de la crisis nosotros también saldremos, pero cuánto más se demoren las soluciones más se demorará la vuelta a la normalidad", dijo.
Indicó que en momentos de crisis las perspectivas laborales son siempre inciertas y probablemente negativas, porque además nadie sabe cuáles serán las consecuencias a largo plazo. En este sentido manifestó que "en este momento plantear las cuestiones en forma de conflicto no es ni mucho menos la mejor solución".
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