Un grupo de 13 mujeres que han abandonado la prostitución están participando desde el pasado octubre en el programa ‘EGERIA II’, dentro del Plan Municipal contra la Explotación Sexual del Ayuntamiento de Madrid, un nuevo itinerario de inserción laboral en el que las beneficiadas reciben formación y becas de 600 euros.Según informó ayer el Consistorio madrileño, los objetivos, estrategias y acciones que lo conforman suponen una acción de gran relevancia en el marco de las intervenciones del Centro ‘Concepción Arenal’ y de la atención integral a las mujeres en proceso individualizado de intervención.
El Proyecto ‘EGERIA II‘ permite acompañar de manera personalizada a un grupo de 13 mujeres, garantizando su capacitación, formación e inserción en el mercado de trabajo que se complementa con prácticas laborales. Cada una de las participantes en este proyecto ha recibido una beca de inserción de 600 euros al mes, lo que facilita su plena implicación en el proceso, garantizando su disponibilidad sin tener que preocuparse de cuestiones básicas de subsistencia.
El proyecto ofrece, para alcanzar el objetivo final de la inserción laboral formación prelaboral, a través de un taller de autoestima, habilidades básicas para la informática, otro taller de currículum vitae, otro de derechos laborales, búsqueda activa de empleo y un taller de cuidados personales.
La formación ocupacional corre a cargo de un curso de auxiliar de geriatría, con el que se pretende proporcionar una formación específica y especializada para que puedan trabajar en la asistencia a las personas mayores tanto en el ámbito terapéutico como preventivo.
También cuentan con tutorías individualizadas, sesiones que se desarrollan durante todo el proyecto; y con prácticas laborales, a través de conciertos de convenios de colaboración con distintas empresas del sector.
La experiencia de formación e inserción laboral de mujeres víctimas de explotación sexual realizada a través del proyecto ‘EGERIA I‘ obtuvo resultados muy positivos que se concretaron en la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo, sino también en un grado de satisfacción muy alto de las participantes y una implicación que se mantuvo activa de manera constante en todo el proceso.
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