La multinacional Sony ha planteado hoy la congelación salarial en la factoría catalana de Viladecavalls (Barcelona), una propuesta que se enmarca en la necesidad expresada por la directiva hace unos meses de llevar a cabo una reducción "importante" de costes en la planta que permita situarla al nivel de sus competidoras, especialmente frente a la fábrica de Eslovaquia.
El director de Sony España, Pedro Navarrete, subrayó que es necesario entrar a renegociar con la plantilla el acuerdo de mejora que rige las condiciones laborales en Viladecavalls y cuyos aspectos están por encima del convenio provincial del sector, lo que resta competitividad a la planta, según afirmó.
Apuntó a que las necesidades de reducir los costes en la fábrica deben ir orientados a medidas como la congelación de los sueldos, la aplicación de mayor flexibilidad y la vuelta a aplicar lo que dicta el convenio del Metal de Barcelona, entre otras fórmulas posibles.
Sony ya planteó en julio la necesidad de abaratar los costes de fabricación en Cataluña y advirtió de que no encontrar el acuerdo para reorientar esta situación pondría en peligro 750 empleos de los 1.300 fijos de la plantilla, que también cuenta con más de 700 trabajadores temporales.
EFECTOS DE LA CRISIS
Navarrete sostuvo que, al problema de costes de Viladecavalls, se suma el "handicap adicional del mal comportamiento de los mercados", por lo que instó a todos a "poner algo de cada parte" para afrontar la situación.
Precisamente, hoy tuvo lugar la reunión del presidente de la Generalitat, José Montilla, con el vicepresidente senior y responsable de comunicación corporativa de Sony, Naofumi Hara, en la que Montilla planteó la disposición del Govern a colaborar con la empresa "en la medida en que haya perspectivas de garantizar el futuro" de la planta catalana.
En el encuentro no hubo peticiones concretas por parte de Sony al Govern ni se habló de los planes de la multinacional, puesto que Montilla recordó que eso es algo que "va unido al plan fiscal y este termina en marzo".
No obstante, sirvió para que ambas compartieran la "preocupación" por la caída de las ventas, sobre todo desde septiembre. Asimismo, el presidente apuntó a que la dirección "no está cerrada" a destinar más producto a Cataluña, pero descartó que esta sea una prioridad, puesto que el problema con la crisis actual radica en "mantener la producción".
Montilla recordó que las inversiones realizadas los últimos años en Viladecavalls sitúan a la factoría como un centro "moderno y productivo", mensaje que trasladó a la dirección del gigante nipón.
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