Trabajadores despedidos de una fábrica que cerró abruptamente sus puertas en Chicago por falta de crédito, ocupaban este sábado la planta para exigir al banco que cortó la línea de crédito que otorgaba financiación para poder cobrar sus salarios impagos.
La ocupación se inició el viernes de mañana, unas horas después de que el departamento de Trabajo informara que en noviembre se perdieron 533.000 puestos de trabajo, llevando la tasa de desempleo en Estados Unidos a su nivel más alto de los últimos 15 años.
Las desoladoras perspectivas económicas estaban en la mente de los 300 obreros que apenas tres días antes recibieron la noticia de que Republic Windows & Doors estaba obligada a bajar las persianas.
"Es duro. Realmente es muy duro", afirma Apolinar Cabrena, de 43 años, que trabajó en los últimos 17 años para la empresa.
La esposa de Cabrena está embarazada y espera dar a luz cerca de Navidad. Tienen que pagar una hipoteca y ocuparse de otros dos niños y a Apolinar le adeudan ocho semanas de vacaciones pagadas que no se ha tomado y dos salarios de indemnización por despido.
"Sé que la economía está mal, no sólo para mí, sino para todo el mundo", afirma Cabrena tras salir de la fábrica para hablar con AFP el viernes por la tarde.
"Tengo muchas esperanzas de que el año próximo (el) nuevo presidente tomará buenas decisiones e invertirá dinero en la industria, de modo de conseguir un empleo lo antes posible".
Directivos de la empresa le comunicaron al sindicato de la misma que estaban obligados a cerrar porque su principal prestamista, el Bank of America, les había cerrado su línea de crédito.
La legislación federal obliga a que se les pague a los trabajadores las vacaciones que no usufructuaron y que se les avise con 60 días de anticipación cualquier despido colectivo o, en su defecto, se les pague el salario durante ese período.
Pero directivos de la empresa dijeron que no podían realizar esos pagos porque el banco "básicamente estaba controlando todos los gastos… y éstos no fueron autorizados", sostiene Leah Fried, representante del sindicato.
"Es totalmente vergonzoso" que las instituciones financieras se beneficien de "un rescate y que el Bank of America no otorgue crédito a quienes se supone que tiene recibirlo", declaró Fried a AFP.
El sindicalista dijo que Republic Windows & Doors se vio seriamente afectada por el desplome de mercado de la construcción pero probablemente hubiera podido salir a flote si no le hubieran negado el crédito.
"Esta es una compañía que ya tiene cerca de 48 años. Pasó por subidas y caídas del mercado inmobiliario y probablemente hubiera podido sobrellevar (esta crisis), pero el Bank of America decidió cerrarle la línea de crédito a pesar del rescate que recibieron (del gobierno) y ahora esta gente está en la calle".
Representantes de la empresa y del Bank of America no respondieron a las solicitudes de la prensa.
Bank of America divulgó un comunicado en el que sostiene que "ni el Bank of America ni ningún otro prestamista de la empresa tiene el derecho de controlar cómo cumple la empresa con las leyes vigentes o los compromisos con sus empleados".
El viernes los 250 miembros del sindicato se organizaron en tres turnos para mantener ocupada la planta hasta que se alcance algún acuerdo.
"Estamos haciendo esto por otros trabajadores del país", dice el operador Ron Bender, quien hace 14 años que trabaja para la empresa.
"Lo que nos ocurre a nosotros le puede ocurrir a cualquiera. Pueden cerrar y dejarte en la calle y no pagarte ninguna indemnización".
Directivos de la empresa dijeron al sindicato que no intentarán desalojarlos de la planta y que esperarían hasta una reunión el lunes con el sindicato, el banco y el representante Luis Gutierrez para intentar llegar a un acuerdo.
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