El 55% de los mandos intermedios se declara "enormemente o muy satisfecho" de trabajar en su actual organización, lo que supone un incremento de siete puntos porcentuales respecto a 2007, según los datos de un informe elaborado por la consultora Accenture entre 183 directivos, en los meses de septiembre y octubre del presente ejercicio.
Esta mejora será importante para las empresas de cara a afrontar "la delicada situación económica" del país, ya que, como dice un socio de Accenture en el área de gestión de personas, Diego Sánchez de León, "los mandos intermedios son la correa de transmisión fundamental de cualquier compañía", de tal manera que "si ellos no rinden, la empresa no funciona".
A pesar de sentirse más satisfechos, el 50% de estos directivos, que en algunos casos están tomando medidas para aumentar la seguridad de sus puestos, como "trabajar más duro", se plantearía cambiar de trabajo, aunque no lo estén buscando de forma activa.
Entre los aspectos más frustrantes de sus trabajos, sobresale "la remuneración insuficiente" (52%), seguida de "la falta de reconocimiento" (43%), "la excesiva carga de trabajo" (32%), "la insuficiente formación" (31%) y "la inflexibilidad de horarios" (30%).
Sobre el grado de compromiso de sus subordinados, la mitad de los mandos intermedios cree que es "alto o muy alto", destacando la actitud de los empleados más mayores frente a la de las nuevas generaciones.
Según las conclusiones del informe, este último grupo de trabajadores (entre 18 y 30 años) se caracteriza por su conocimiento técnico e ideas innovadoras, pero también por las expectativas poco realistas sobre el desarrollo profesional y el salario, por dedicar demasiado tiempo en Internet a asuntos personales, y por sus expectativas relacionadas con la conciliación.
En cuanto a la labor de apoyo con los empleados desempeñada por los departamentos de Recursos Humanos, la mayoría de los mandos intermedios la califica de "buena o razonablemente buena".
Finalmente, el estudio destaca que el 73% de estos directivos recibe una revisión formal de su desempeño al menos una vez al año y que el 80% de ellos realiza una revisión formal del trabajo de sus subordinados directos también una vez al año.
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