El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseveró ayer que el sistema de la Seguridad Social español cuenta con "una salud de hierro, y que nunca ha estado tan lleva su hucha".
A preguntas de los medios, tras el encuentro que mantuvo con el presidente regional, José María Barreda, Corbacho dijo que hay comentaristas que hablan de que se ha acabado el dinero, "pero la octava potencia mundial no dejará de atender a lo social".
Así, explicó que el Fondo de Garantía Social cerrará este año con un superávit de 10.000 millones de euros, acumulando así cerca de 56.000 millones, y con previsión que de alcance los 60.000 millones de euros.
Por ello, defendió que las pensiones están aseguradas, incluso también los de los chicos que ahora tienen 16 años de edad, pues la Seguridad Social goza de "muy buena salud".
También se pronunció sobre los datos del paro, a preguntas de los medios, y afirmó que la estadística de noviembre, a pesar de ser mejor que la de octubre, sigue siendo negativa, datos que evidencian que "el Gobierno tiene que seguir trabajando".
Y lo va a hacer, reafirmó, a corto plazo, con políticas orientadas a recolocar a todos los desempleados, para que el decrecimiento del desempleo no sea mayor, y a largo plazo, a fin de modificar el modelo de desarrollo económico.
Por último, el titular de Trabajo e Inmigración tuvo palabras, también preguntado por los medios, sobre la congelación salarial de la que habla la patronal para el 2009. Sobre este asunto, dijo que es en el marco de las relaciones sindicatos-patronal en donde se negocian los convenios, confiando en que ambas partes llegarán a un acuerdo razonable "con seriedad".
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