Unos 900.000 italianos pueden perder su trabajo en los próximos dos años debido a la actual crisis financiera mundial, según un informe de la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL).
La CISL, una de las tres principales siglas sindicales del país, aseguró que debido a la crisis que ‘golpea duramente la producción nacional’, se podrán perder 900.000 empleos en los próximos dos años en el sector industrial y de la construcción.
El sindicato recordó en su informe que en los dos últimos meses unos 180.000 trabajadores se han visto afectados por procesos de ‘reestructuración empresarial’, respecto a los 25.000 que se preveía podrían perder su puesto en las estimaciones del pasado junio.
El informe cita las principales sociedades que han tenido que despedir a sus empleados debido a la crisis, como la automovilística Fiat y la compañía aérea Alitalia, pero también otras de los grandes nombres de la empresa italiana como Guzzi, Lucchini, Electrolux, Antonio Merloni, Pinin Farina, Granarolo, Campari, Unilever y Natuzzi.
Los sectores más afectados, añade CISL, serán el textil, con la producción de lana y seda; el del calzado, o el de los muebles y la orfebrería.
Además, el informe del sindicato cita el ejemplo del sector de la industria mecánica en la región de Lombardia (norte de Italia), donde en octubre el 94% de los empresas están atravesando una crisis.
La CISL advirtió además de que el impacto del paquete de medidas para atenuar la crisis aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros será ‘modesto’.
El principal sindicato del país, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), ha convocado una huelga general para el próximo 12 de diciembre en protesta contra este paquete de medidas que considera ineficaz.
La CGIL afirmó hace unos días que antes de finales de año cerca de 400.000 italianos con contratos precarios perderían su puesto de trabajo debido a la crisis.
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