El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, reclamó ayer a los interlocutores sociales moderación salarial en 2009 para proteger el empleo. Solbes dijo que no debe utilizarse el aumento de productividad que se ha producido debido a la destrucción de puestos de trabajo para reclamar subidas salariales porque ello sería un "flaco servicio" para el país.
Durante los últimos meses, los dirigentes de la Unión Europea han realizado continuos llamamientos a la moderación salarial y han pedido que cualquier incremento de sueldo se vincule a la productividad para evitar caer en espirales inflacionistas.
Sin embargo, Solbes dijo que en la negociación entre patronal y sindicatos que se ha iniciado ayer debe darse prioridad a "la evolución del empleo" y no a la productividad.
"Así como en otros momentos la evolución de la productividad es un elemento fundamental para la negociación salarial, en el momento actual lo que no puede es imputarse la productividad como consecuencia de la caída del empleo como un elemento adicional para poner en la negociación", avisó el vicepresidente a la entrada de la reunión de ministros de economía de la eurozona.
"En ese caso, lo que haríamos sería perder competitividad y haríamos un flaco servicio al país", subrayó.
Solbes fue preguntado por la venta por parte de Sacyr de la concesionaria de infraestructuras Itínere a Citigroup y por el impacto que podría tener esta operación en la posible entrada de Lukoil en Repsol. Respondió que no tenía "ningún comentario" porque se trata de un tema del sector privado y "lo que el sector privado haya decidido nos parece bien".
También se le interrogó sobre la posibilidad de que se utilicen los presupuestos generales del Estado de 2009 para reducir el déficit tarifario de las eléctricas. "No es un tema que en estos momentos se haya tomado una decisión sobre ese punto", respondió.
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