El paro seguirá subiendo hasta el 12,5% durante el primer trimestre de 2009, según las previsiones que dio a conocer el sábado el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho. Actualmente, la tasa se sitúa en el 11,3 por ciento. No obstante, el responsable de Trabajo indicó que "empieza a haber señales de reactivación económica, y poco a poco los indicadores apuntan a que en el segundo semestre del año que viene se invertirá la tendencia actual".
En este sentido, se refirió a la medida aprobada el viernes por el Gobierno de otorgar 8.000 millones de euros para obra pública y agilizar los trámites de adjudicación de aproyectos por parte de los ayuntamientos, ayudará a esta reactivación y supondrá un incremento de los puestos de trabajo.
Además de los continuos malos datos económicos, también se prevé para 2009 un incremento del paro que lo situaría en el 12,5 por ciento, según datos del Ministerio de Trabajo facilitados por Corbacho durante su presencia en la colocación de la primera piedra de la futura sede de Activa Mutua Reus, en Tarragona.
Con todos estos datos, Corbacho aseguró que ahora se puede ser "más optimista" que hace un mes y que la economía "real" empezará a "despegar", debido a la actual coyuntura con una inflación situada en el 2,4 por ciento, con una bajada del precio del petróleo y de los tipos de interés impuestos por el Banco Central Europeo. A partir de ahora el "reto" será que el despegue de la economía no se dé sobre un modelo económico como el anterior, virtual, "de jugadores de casinos, brockers y paraísos fiscales".
Sin precedentes
Corbacho calificó la crisis actual de "compleja" y aseguró que no tiene precedentes por su "intensidad, globalización, rapidez" y por ser "una crisis radiada y televisada". Al mismo tiempo, insistió en que el Gobierno toma decisiones "para salvar a los bancos" y que esta es una idea "que no se corresponde con la realidad", a pesar de que se ha instalado en el imaginario colectivo. Lo que se pretende, según explicó, es salvar el sistema financiero porque "si se hunde, se hunde la economía".
Sin embargo, al mismo tiempo pidió a las entidades financieras que este dinero inyectado "no se quede en sus balances", sino que "lo antes posible" vaya a la economía real: A las empresas y a las familias.
Por otro lado, destacó la buena salud de la Seguridad Social, con un superávit previsto para 2009 de más de 8.000 millones de euros y unos datos que garantizan su futuro hasta 2030. De todas formas, afirmó que se debe dejar este aspecto "fuera del debate político" y proteger el sistema para garantizar su futuro más allá de esa fecha.
Los comentarios están cerrados.