Los inmigrantes representan casi el 20 por ciento de las personas que tienen Sida en España, pero las autoridades sanitarias prevén un aumento de esta cifra en los próximos años, ya que el 34 por ciento de los nuevos infectados de VIH pertenece a este colectivo.
Así lo han señalado en una entrevista con la agencia Efe el director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo, Ildefonso Hernández, y la secretaria del Plan Nacional de Sida, Teresa Robledo, que inciden en la prevención como herramienta más eficaz en el combate contra la enfermedad.
Según datos oficiales, en 2007 se registraron 1.345 nuevos casos de sida, una enfermedad cuyo Día Mundial se celebra mañana, 1 de diciembre, este año con el lema "Actuando unidos podemos detener el sida".
De este total, el 19,3 por ciento correspondía a población inmigrante, que en 1998 representaba tan sólo el 3 por ciento de los enfermos de sida contabilizados.
Respecto a las nuevas infecciones, Teresa Robledo señala que en 2007 fueron alrededor de 3.000 las personas que contrajeron el virus aunque se espera un ligero descenso para este año.
El director general de Salud Pública subraya que "no aumentan los nuevos casos de sida y la tendencia es a la baja, pero cambia la proporción de los inmigrantes".
A su juicio, este reparto es lógico porque aunque muchos de ellos provengan de zonas de baja prevalencia como Ecuador o Marruecos su situación es la típica en la que las enfermedades de transmisión sexual aumentan: procesos de urbanización rápida y desarraigo.
En términos generales, las nuevas infecciones siguen descendiendo en España (casi un 80 por ciento desde 1996) a expensas de la transmisión por vía parenteral, afirma Teresa Robledo, quien recalca que también las contraídas en relaciones heterosexuales se están estabilizando.
Sin embargo, se ha registrado un ligero incremento en la transmisión homosexual, señala Robledo, quien advierte de que las conductas de alto riesgo en las relaciones sexuales entre hombres están incrementando significativamente y esto conlleva el aumento de sida y de otras infecciones.
De hecho, la tasa de sífilis se ha duplicado en los últimos años, asegura.
Por ello, los varones homosexuales y los inmigrantes son los colectivos sobre los que las autoridades sanitarias potenciarán las labores de prevención.
Hernández destaca que el descenso de la enfermedad en números absolutos es positiva, pero aboga por el "descanso cero" en prevención hasta que no se descubra una vacuna o un tratamiento definitivo.
"No es conveniente generar alarma, porque la alarma no conlleva acción, pero sí una tensión constante" para que la población no baje la guardia sobre el sida, agrega.
Otro de los caballos de batalla sobre los que trabajan las autoridades es la detección precoz, que mejora la calidad de vida del paciente porque se pueden paliar los efectos de la infección y reduce los contagios en un 40 por ciento.
Sin embargo, el porcentaje de personas que tienen el virus del sida y lo desconoce se mantiene en el 20 ó 30 por ciento.
Una de las medidas que se promueven para paliar esta situación es la dispensación de los test rápidos en las farmacias, una iniciativa de la que se están realizando experiencias piloto y cuya implantación está prevista ya en Cataluña y País Vasco.
Además Robledo prevé que en 2010 España cuente con cifras nacionales sobre los nuevos diagnósticos de VIH ya que hasta el momento se dispone de datos de ocho comunidades autónomas que representan el 33 por ciento de la información.
El Plan Multisectorial frente al VIH 2008-2012 establece este objetivo consolidado para 2012, pero Robledo espera que dos años antes todas las comunidades cuenten con un sistema de registro de nuevas infecciones y exista información a nivel nacional.
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