El Consejo de Ministros del Gobierno italiano aprobó el pasado viernes un plan especial para afrontar la crisis que, entre otras medidas, pondrá a disposición de las familias más necesitadas un total de 2.400 millones de euros.
La medida favorecerá a unos ocho millones de personas pertenecientes a las capas más vulnerables de la sociedad, como familias pobres, enfermos y pensionistas. Las ayudas irán desde los 200 euros hasta los 1.000, en función de los casos.
Asimismo, el Gobierno ha limitado el interés variable los préstamos para la compra de la primera casa al 4% . En caso de cuotas superiores, el Estado se hará cargo de su coste.
También se dedicará una parte importante de fondos a la construcción y mantenimiento de las escuelas. Esta medida llega en respuesta al accidente ocurrido en un instituto público en mal estado y en el que falleció un estudiante.
El Gobierno también se comprometió a aumentar las inversiones en infraestructuras, que es una de las asignaturas pendientes de la administración pública italiana.
Según Berlusconi, en total, el Gobierno está dispuesto a desembolsar 80.000 millones de euros entre estas medidas y el plan de acción que el Comité Interministerial para la Programación Económica (Cipe) aprobará la semana que viene.
El premier subrayó que el suyo ha sido "el primer Gobierno" que pone en marcha un programa de este calibre para ayudar tanto a las familias, a los trabajadores y a los empresarios a hacer frente a la crisis financiera.
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