La policía de Nueva York está revisando las cintas de las cámaras de vigilancia de la tienda Wal-Mart en Long Island para tratar de identificar a las personas que arrollaron a un empleado de la cadena causándole la muerte.
El portavoz de la Policía del Condado de Nassau, Michael Fleming, explicó el sábado que no se descarta presentar cargos criminales por la muerte de Jdimytai Damour, de 34 años, si bien subrayó que podría resultar difícil identificar a los responsables entre todos los consumidores que se encontraban en ese momento en la tienda.
La víctima, que vivía en el barrio neoyorquino de Queens, murió arrollado por los clientes de la tienda Wal-Mart que se acumularon en el establecimiento para sacar provecho del primer día de rebajas en Estados Unidos.
Como en otras miles de tiendas del país, en ese establecimiento se celebraba el "Black Friday" ("Viernes Negro"), que se conmemora todos los años al día siguiente del jueves de Acción de Gracias.
Era el primer día de rebajas y miles de estadounidenses salían de compras y hacían cola la noche previa para tener acceso a los productos rebajados de tiendas que, en muchos casos, abren de madrugada para vender su mercancía con mejores precios.
Uno de esos establecimientos era la tienda Wal-Mart del centro Green Acres de Valley Stream, en Long Island (Nueva York), que abrió sus puertas a las cinco de la mañana.
La víctima fue arrollado en el momento de la apertura por unos 200 compradores, al igual que varios de sus compañeros que se acercaron para salvarle.
Al menos otras cuatro personas, entre ellas una mujer embarazada de ocho meses, fueron llevadas a hospitales para ser examinadas.
Damour murió en un hospital cercano tan sólo una hora después de haber sido arrollado.
La tienda cerró sus puertas durante varias horas antes de reabrirlas para los ansiosos consumidores.
Fleming afirmó que los consumidores estaban "fuera de control" y describió el escenario que se encontró como un "absoluto caos".
El portavoz policial aseguró que la tienda no había tomado suficientes medidas de seguridad.
Uno de los compañeros de la víctima, Jimmy Overby, aseguró a los medios de comunicación locales que los clientes "sacaron las puertas de las bisagras y derribaron y pisotearon" al fallecido, así como a él mismo, que dijo haber tenido que quitarse de encima a la gente que le pisaba la espalda.
Wal-Mart, la mayor cadena minorista del mundo, calificó el incidente como "una trágica situación" y aseguró que intentó preparar a las tiendas ante la avalancha de consumidores que se esperaba con un incremento del número de trabajadores y del personal de seguridad.
El empleado estaba contratado a través de una empresa de trabajo temporal para realizar tareas de mantenimiento.
El vicepresidente de la cadena, Hank Mullany, admitió en un comunicado que, pese a todas las medidas preventivas tomadas por el establecimiento, ocurrió "este evento desafortunado".
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