Según Trabajo, será obligatorio que los EREs vayan acompañados de programas de recolocación

La Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la consultora Mercer celebraron ayer en Madrid, con la colaboración de Creade, la jornada "Reestructuración de plantillas en el nuevo entorno económico". Durante la misma se analizaron los mecanismos e instrumentos adecuados para gestionar correctamente y con acierto un plan de reestructuración laboral y las fórmulas para prevenir y minimizar el conflicto laboral que implica un proceso de cambio en la empresa. “A nadie le gusta hacer un proceso de reestructuraciones, pero si es necesario hacerlo, hagámoslo bien”, resaltó Enrique Sánchez de León, director general de APD. “Las empresas que mejor gestionen este tipo de procesos serán las que mejor preparadas estén para afrontar el futuro”, añadió.

José Luis Villar, director general de Trabajo (Ministerio de Trabajo e Inmigración), destacó que “el entorno económico actual es frío y la crisis económica está golpeando de manera dura: Se ha producido un aumento notable de expedientes de Regulación de Empleo (EREs) en lo que llevamos de año. Hasta el pasado 15 de noviembre se han presentado 136 EREs a la Dirección General de Trabajo a nivel estatal –empresas con presencia en varias Comunidades Autónomas- frente a los 51 EREs que se presentaron en 2007. Los EREs presentados ante la Dirección General de Trabajo de 2008 afectaron a 41.342 trabajadores frente a los 3.936 afectados de 2007”. A estos habría que añadir todos los que se han presentado a nivel autonómico y que afectan prácticamente a todos los sectores. También destacó que “se está produciendo una destrucción de empleo importante y que “las expectativas de cara a 2009 no son buenas”.

No obstante, el director general de Trabajo también resaltó que “al menos no ha habido un aumento de conflictividad  en los Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) ya que en más del 90% de los casos empresa y sindicatos llegan a un acuerdo: La media de las indemnizaciones está por encima del mínimo legal de 20 días”. Villar concluyó su explicación señalando que “si las empresas se limitan a recortes de plantilla y no realizan otra serie de acciones no será suficiente para salir de la actual situación económica”. De cara a las acciones que se podrían tomar, el director de Trabajo aseguró que “una de las medidas que se tomarán para mitigar el aumento del paro será hacer obligatorio que los EREs vayan acompañados de programas de recolocación”.

Fernando Beltrán, abogado en ejercicio y presidente de Caja Rioja, destacó en su intervención que “los Expedientes de Regulación de Empleo se deberían utilizar para reflotar una empresa que tiene viabilidad” y que “no se debería aprovechar la actual situación económica para reestructurar plantillas si no es estrictamente necesario”. Añadió también que “en momento de bonanza económica, se da mucho dinero pero, cuando no lo hay, es más fácil que no se pueda llegar a un acuerdo en los Expedientes de Regulación de Empleo”. Respecto a la jurisprudencia que señala tres años de pérdidas seguidos para poder presentar un ERE, Beltrán destacó que “el concepto de pérdidas es relativo; ¿acaso un banco puede estar en pérdidas dos años?

Prejubilaciones

José Urquiza, director del área de Salud y Beneficios de Mercer, analizó las prejubilaciones como vía para realizar una reestructuración de plantilla; “Aunque puede ser algo más costoso que una indemnización, se elimina por completo la conflictividad en la empresa. Además, si se llevan a términos económicos iguales, la diferencia con la indemnización se reduce porque los empleados abandonan antes la compañía”. Urquiza concluyó resaltando que “prejubilación bien diseñada no resulta una medida traumática”, que “una prejubilación siempre resulta mejor que una indemnización” y que “es fundamental antelación, planificación y una buena comunicación para que la prejubilación sea un éxito”.

Respecto la situación actual que atraviesan las empresas, la directora general de Creade, Nekane Rodríguez, explicó que “en tan sólo un año se ha pasado de la preocupación por la gestión del talento en las organizaciones a la reducción de los costes financieros, lo que ha desembocado en la multiplicación de procesos de reestructuración del capital humano”. Por eso, para Rodríguez, ahora más que nunca “son necesarios programas de recolocación porque ayudan a buscar un nuevo empleo a los afectados proporcionándoles estabilidad en sus vidas, al tiempo que reducen el impacto negativo en el entorno”. Además, gracias a los programas de recolocación las empresas que realizan un ERE mantienen su imagen y reputación, cuidando de los que se han ido y comprometiendo a los que se quedan, y les facilita la negociación con la Administración Pública y los sindicatos.

Optimización fiscal

Respecto a las alternativas de optimización fiscal, Adrián Ayala, economista y consultor del área Jurídico-Fiscal de Mercer, resaltó que “la planificación fiscal es fundamental antes de acometer cualquier tipo de reestructuración de plantillas. Muchas empresas no están aprovechando las vías de optimización fiscal existentes que les permitirían reducir costes considerablemente.