España, que abandonó bruscamente un fuerte y largo período de expansión económica y se encuentra en los umbrales de la recesión, cuenta con algunos puntos favorables para superar la crisis, pero debe practicar reformas estructurales, consideró este miércoles la OCDE.
"La tarea primordial consiste en poner en marcha reformas estructurales que permitan mayor movilidad del potencial existente y explotar nuevos recursos de crecimiento", según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), conocido hoy.
Entre las reformas sugeridas por la OCDE figuran sobre todo disminuir la protección de los asalariados que tienen contrato indeterminado, limitar el alza de los salarios, disminuir la reglamentación en las cajas de ahorro, acelerar las decisiones judiciales en el caso de los alquileres, promover la competencia en algunos sectores y dar una mayor autonomía a los establecimientos escolares.
España, que en los últimos 15 años registró un fuerte desarrollo económico, convirtiéndose en uno de los países más dinámicos de la zona euro, empezó a vivir una desaceleración de su economía a principios del 2008 y ahora se encuentra al borde de la recesión.
Su Producto Interior Bruto (PIB) se redujo en el tercer trimestre hasta un 0,2%, por primera vez desde 1993.
En su ‘Estudio económico de España 2008’, la OCDE considera que varios son los factores que ensombrecen las perspectivas y "sólo permiten esperar una modesta recueperación", por lo que se hacen necesarias reformas estructurales.
Según la organización, los motores que alimentaron el crecimiento en el pasado ya no funcionan: tasas de interés bajas, abundancia de créditos, feminización de la actividad laboral e inmigración masiva, todos ellos fenómenos que han perdido velocidad.
Asimismo, la época de oro no fue bien aprovechada, ya que "los beneficios de la productividad fueron mediocres", aseguró la OCDE.
Sin embargo, el país dispone al menos dos factores positivos importantes: "el sector financiero en su conjunto está bien pertrechado para resistir la contracción interna de la actividad (…) y la rápida expansión de la enseñanza superior desde hace dos décadas ofrece vastas posibilidades", concluyó.
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