Los sindicatos de la sanidad hacen una llamada a la calma y confían en que la inclusión del catalán sea paulatina

La secretaria de Organización de Sanidad en el sindicato CCOO en las islas, Marisol Roldán, mostró ayer su confianza en que la aplicación del decreto que prevé implantar el Govern balear relativo al conocimiento del catalán en el ámbito de la sanidad pública de las islas "sea paulatina y cuente con todos los garantes para abogar por una mejor comunicación", por lo que hizo un llamamiento a la tranquilidad de los profesionales del sector.

En declaraciones a Europa Press, Roldán abogó por "huir de los enfrentamientos" y, ente sentido, apostó por "entender que la realidad socio cultural de las islas radica en que las dos lenguas oficiales convivan". De este modo, la sindicalista agregó que "si se garantiza que esta iniciativa no implicará distorsiones innecesarias no tiene porque producirse ningún problema para incluir a médicos y enfermeras de otras comunidades autónomas o de otros países en nuestro sistema sanitario".

Roldán hizo así clara mención a la demanda de especialistas que supondrá la puesta en marcha de los dos nuevos hospitales en las islas; el de Son Espases y el de Can Misses, así como el resto de centros sanitarios que están en construcción.

Desde CCOO y UGT matizan que si el borrador del decreto cuenta con la supervisión de los sindicatos como observadores en las pruebas voluntarias de catalán, se lleva a cabo un plan formativo específico en distintas convocatorias para los profesionales de todos los centros de las islas "de manera gratuita y dentro del horario de trabajo" y se acreditan dichas titulaciones "no debe haber ningún menoscabo a su calidad y labor".

A este respecto, concretó que dichos trámites deberían efectuarse en un plazo de dos años y contar, con eximentes en determinados casos.

Se trata, según subrayan desde CCOO, de que el Ib-Salut se comprometa a gestionar estos cursos y que los sindicatos puedan participar en la disposición adicional segunda del decreto. Además, recuerdan, "del mismo modo que hay facultativos que desconocen la lengua catalana hay pacientes que no dominan el castellano", por lo que la medida "debe buscar la conciliación de ambos casos".

Garantizar los puestos de trabajo actuales y la contratación de los mejores especialistas es otra de las premisas de los sindicatos que reclamaron que este asunto "no se politice".