La comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo (PE) rechazó hoy la posibilidad de extender la jornada laboral hasta las 65 horas en caso de acuerdo entre el empresario y el trabajador, tal y como pretenden los gobiernos de la Unión Europea (UE).
Con 35 votos a favor, 13 en contra y 2 abstenciones, los eurodiputados apoyaron el informe elaborado por el eurodiputado español Alejandro Cercas (PSOE), en el que se aboga por que la jornada laboral esté siempre limitada a un máximo de 48 horas.
El PE defiende además que las excepciones a esta regla que se permiten hoy en día -el llamado "opt-out", muy utilizado en el Reino Unido- terminen en tres años, frente al acuerdo alcanzado por los Estados miembros para prolongarlo de forma indefinida.
Para oponerse definitivamente al pacto entre los gobiernos, la Eurocámara necesitará en la votación plenaria, que tendrá lugar el 16 o el 17 de diciembre, los votos de los 393 diputados que forman la mayoría absoluta en el hemiciclo.
En caso de que el Pleno siga la línea marcada hoy por los miembros de la comisión de Empleo, se abriría un periodo de negociación entre la Eurocámara y los representantes de los Estados miembros para tratar de alcanzar una solución conjunta.
De no lograrse, la nueva legislación no podría salir adelante y se mantendría en vigor la actual.
Los países europeos quiere aprobar cuanto antes la directiva pues, tras varias sentencias del Tribunal de Justicia de la UE que estiman que las guardias del personal médico deben ser consideradas como tiempo trabajado, la mayor parte de los Estados miembros se encuentran en una situación irregular.
El acuerdo intergubernamental que ahora amenaza el PE establece que, si así lo autoriza su país y él lo acepta, un empleado podrá trabajar hasta 65 horas semanales si se contabilizan los períodos de guardia y hasta 60 si ese no es el caso.
Además, los Estados quieren que los periodos inactivos de las guardias de los médicos no sean considerados tiempo de trabajo, a lo que también se ha opuesto hoy frontalmente el Parlamento.
Otro punto fundamental en el que el PE contradice a los gobiernos es en el de los descansos compensatorios.
La intención de los países es que si un trabajador no puede disfrutar de su descanso normal no tenga por qué tenerlo inmediatamente después de la jornada, si no en un período "razonable" de tiempo, algo que no aceptan los eurodiputados.
Tras la votación, Cercas destacó hoy el mensaje "claro y contundente" del PE en contra de la directiva y confió en que los países abran una negociación con el Parlamento para acercar posturas antes de que el texto llegue al Pleno y corra el riesgo de ser rechazado.
En concreto, consideró que los países podrían aceptar la propuesta del Parlamento en lo referente a los tiempos de guardia y se mostró abierto a un acuerdo "siempre que se mantengan los principios que aparecen en los tratados y en la Carta de Derechos Fundamentales".
El diputado socialista insistió hoy en que la propuesta del Consejo es un "ataque a la Europa social" y puede ser un precedente para posteriores derogaciones de los derechos laborales.
Cercas aseguró que el texto es un "iceberg, con una parte visible que amenaza al modelo social, pero con cosas más importantes debajo del agua, donde se confrontan dos maneras muy claras de ver el futuro de Europa".
"Para la mayoría del Consejo ese futuro se construye simplemente sobre la base de un mercado interior", denunció Cercas, que aseguró que hoy el PE ha dado "un grito de que no se resigna a una Europa simplemente mercantilista".
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