Empresarios y profesionales del turismo coinciden en el diagnóstico y ven en la crisis una oportunidad para abrir nuevas vías de negocio en un sector que debe abordar asuntos pendientes como la estacionalización, la lucha contra el intrusismo y el absentismo laboral, la formación de los trabajadores, la modernización de infraestructuras y la innovación del producto.
"Teníamos un mercado sobrevalorado, con precios sobrevalorados que anunciaban el fin de un crecimiento que rozaba la levitación y había que tocar tierra", aseguró el secretario general de la Federación Española de Hostelería (FEHR), Emilio Gallego, en el marco de un foro organizado por la Asociación Española de Profesionales del Turismo (AEPT) en Madrid con motivo de su cuarenta aniversario.
Los españoles son el principal consumidor del turismo nacional lo que exige un esfuerzo por parte del sector para consolidar este mercado. "Cada vez se come más fuera de casa, nuestros mayores tienen ahorros, la inmigración ha aumentado la población y todo esto son oportunidades de negocio. No hay que ser pesimistas, el reto es saber gestionar esta diversidad de públicos", señaló Gallego.
Para Gallego, la clave está en modernizar el sector para lo que hay que "hincar los codos cuanto antes". "Toda crisis es una oportunidad para reflexionar pero se necesita incentivar al sector, acabar con el alto nivel de absentismo laboral con empleos más productivos y mejor retribuidos", apuntó.
ALTAS TASAS DE TEMPORALIDAD
Desde UGT, César Galiano opinó que, aunque no existen grandes fórmulas frente a la crisis, la única vía para conseguirlo debe ser el diálogo entre empresarios y agentes sociales. No obstante, destacó la necesidad de mejorar la calidad de la oferta para lo que se necesitará reconocer las necesidades del público, además de reordenar la planta hotelera y apostar por un turismo sostenible.
En lo que se refiere al empleo, Galiano denunció la inestabilidad que caracteriza al sector, con una de las "mayores tasas de temporalidad y un salario un 30% inferior al resto de los subsectores industriales".
En esta línea, opinó que en tiempo de crisis el turismo es el primer sector que nota los efectos de un menor consumo destino al ocio. Así, recordó que la mayoría de las empresas vinculadas a este sector son pymes por lo que reclamó una garantía para que las ayudas anunciadas para los bancos, que calificó de "insuficientes", lleguen a las pequeñas y medianas empresas que sostienen mayoritariamente la actividad turística.
De la misma opinión es el hasta hace unas semanas secretario general de Sindicato de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO en Málaga, Gonzalo Fuentes, quien reclamó mayor estabilidad en el empleo para atraer a jóvenes mejor formados que "no pueden incorporarse a un sector de salarios bajos".
PERDIDA DE CALIDAD
Fuentes apreció una pérdida de calidad de la oferta turística española que debe romper con la estacionalizacón y vender mucho mejor su producto, aparte de mejorar alojamientos e infraestructuras. "Nos hemos quedado cortos con el Plan 2020, hemos perdido calidad, faltan zonas verdes y sobra ladrillo", afirmó.
En esta línea, abogó por recuperar "la máxima calidad-precio-servicio independientemente de si se trata de un restaurante de cinco tenedores o de un restaurante tradicional".
Por su parte, Antonio González miembro de la asociación de Agencias Viajes de Madrid, animó al sector a aprovechar esta crisis para buscar vías de financiación y optimizar gastos, mejorar la formación de los empleados y poner al día la marca involucrándose en la innovación tecnológica. "No está todo hecho en turismo", opinó González quien recomendó invertir en promoción y luchar contra el intrusismo y el absentismo laboral.
Finalmente, el secretario general de la Confederación de Empresarios de Comercio Minorista, Autónomos y Servicios de la Comunidad de Madrid (Cecoma), Ricardo Lage, reivindicó la implicación del comercio en el turismo y apostó por impulsar el turismo comercial, "con un potencial comparable al de cualquier mercado europeo".
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