Los trabajadores que reciben formación por parte de la empresa incrementan su salario bruto un 10,8% respecto a aquellos individuos que no la reciben. Asimismo, un empleado no directivo gana hasta un 25,4% más si trabaja en una empresa de más de 500 empleados que en una pequeña. Éstas son algunas de las conclusiones del primer estudio realizado en nuestro país que cifra el impacto de la formación en el salario y que ha elaborado IEDE Business School (Universidad Europea de Madrid).
“Hasta ahora conocíamos que había una relación directa entre formación y salario, pero no sabíamos en qué medida influía la educación que se adquiría antes de entrar a trabajar y la formación posterior”, explica Fernando Fernández Carmena, director general de IEDE Business School, quien ha señalado que esta diferencia salarial se debe a que “cuando una empresa promueve la formación tiene posibilidad de orientarla y controlarla en función de sus necesidades y persiguiendo ciertos resultados, mientras que cuando es el empleado quien decide formarse busca su desarrollo profesional, en muchas ocasiones dirigido a proyectarse y , si se tercia, cambiar de empleo”. Ésta es también la opinión del profesor José Ramos, coordinador del estudio, quien coincide en señalar que “la empresa incentiva más la formación cuanto más específica y menos trasladable a otra compañía sea”.
Este mismo estudio estima que las personas con educación universitaria ganan un 19% más que quienes sólo tienen estudios primarios y un 10% que aquellos que tienen estudios secundarios. Por otro lado, los trabajadores del sector industrial perciben un sueldo mayor que los del sector servicios, mientras que en la agricultura los salarios son menores que en este último. “Se ha demostrado que en sectores como la construcción, la energía y la industria existe una relación directa entre la formación que reciben en el puesto de trabajo y su sueldo; así en el sector industrial se gana hasta un 8,5% más que en el sector servicios”, señala el profesor Ramos.
Por géneros, a igual formación, los valores presentan unas ganancias salariales de los hombres un 18,6% superiores a las del colectivo femenino. Sin embargo, “estas diferencias son mucho menores si se analiza la población entre 16-35 años”, advierte el profesor Ramos, “ya que esta generación, independientemente del género, se ha visto beneficiada, por un lado, por la ley de obligatoriedad de la educación y, por otro, por la coyuntura económica favorable y la facilidad de acceso a la formación”.
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