Varios miles de trabajadores del sector metalúrgico y eléctrico alemán se sumaron en el turno de madrugada a las manifestaciones y huelgas de advertencia convocadas por el sindicato IG Metall tras el fracaso de la primera ronda de negociaciones salariales.
Según el sindicato, la mayoría de las protestas tuvieron lugar en el sector automovilístico en el suroeste del país, y en la central de Audi en Ingolstadt, por ejemplo, unos 4.000 trabajadores participaron en las acciones de protesta.
En la planta de Audi en Neckarsulm un millar de operarios suspendieron el turno a las cuatro y media de la mañana.
Acciones similares se desarrollaron también en otros puntos del país, como por ejemplo en varias plantas del fabricante de bombillas Osram, donde varios centenares de trabajadores interrumpieron temporalmente su trabajo.
"Los trabajadores consideran que la oferta de la patronal es inaceptable, pues ni siquiera compensa la carestía de vida", dijo el líder sindical Rudolf Luz.
IG Metall rechazó el jueves la oferta de aumento salarial del 2,1 por ciento presentada por la patronal, oferta calificada de "insuficiente" por el sindicato del gremio, que reclama un 8 por ciento.
La propuesta empresarial es de una subida del 2,1 por ciento para 2009, así como una paga única compensatoria este año, equivalente al 0,8 por ciento del salario para noviembre y diciembre.
El presidente de la patronal, Martin Kannegiesser, defendió la oferta y recordó que el sector se encuentra ante un año difícil, en que no se espera ningún aumento de la productividad y se calcula que la inflación rondará el 2 por ciento, algo menos de su oferta de aumento.
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