El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, reiteró ayer su convencimiento de que la crisis financiera "está próxima a finalizar", y justificó dicha afirmación en que el origen de esa crisis "es la desconfianza" y en que "ha surgido el Estado como garantía" por lo que "se restablece esa confianza".
Así lo manifestó ayer en rueda de prensa el ministro, tras mantener un encuentro con el alcalde de Vigo, y afirmó que sigue "pensando lo mismo" sobre la inminente resolución de la crisis financiera ya que "hay datos suficientes detrás para pensar que esto va a ser así". "No es un deseo es una racionalidad de lógica, aunque hasta yo me puedo equivocar", matizó.
En su comparecencia, y en una conferencia que ofreció posteriormente en el V Consejo Federal de Política Municipal que el PSOE celebra en Vigo, Corbacho apuntó que "la perversión del propio sistema financiero" ha originado la actual coyuntura económica.
Así, se refirió al "mal uso que hicieron el mercado y las entidades financieras sobre cómo debían dar las hipotecas y los créditos". A ese respecto, recordó que el mercado "no debe caminar a sus anchas", por lo que "necesita una regularización", aunque "no intervencionismo".
No obstante, subrayó que "esto se va a acabar rápido" por la intervención de los Estados. "Los ciudadanos están hoy más tranquilos que hace un mes porque saben que sus depósitos están garantizados", afirmó, al tiempo que insistió en que "el origen de todos los males" estuvo en la desconfianza de los mercados y precisó que "otra cosa es la crisis real, que está en la ciudadanía, y ésa necesitará más tiempo".
Por otra parte, el ministro se mostró dispuesto a convocar la mesa de política industrial, tal y como demandaron los sindicatos. En ese sentido, afirmó que el Gobierno está "muy predispuesto a convocar esa mesa" en un plazo no superior a un par de semanas, para abordar la afectación de la crisis en industrias y sectores como la automoción.
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