Yamaha Motor España recortará el próximo año la producción de su planta barcelonesa de Palau-Solità i Plegamans y reducirá el número de trabajadores eventuales de estas instalaciones, como consecuencia de la caída del mercado europeo de motocicletas.
Así lo aseguró, en una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de Yamaha Motor España, Jorge Lasheras, quien avanzó que la factoría catalana sufrirá en 2009 "un descenso importante de producción" respecto a las 92.000 unidades que prevé ensamblar este año.
Lasheras no se plantea la posibilidad de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) en esta fábrica, que cuenta con 530 trabajadores, pero admite que el descenso de producción afectará al empleo eventual, "bastante alto" en las instalaciones, por la estacionalidad.
El máximo responsable de Yamaha en España explicó que por el momento no se ha cuantificado el descenso de la producción programada y, por consiguiente, no es posible predecir el número de empleados que se verán afectados. En todo caso, espera que la disminución de la actividad "no sea drástica".
Además, admitió que Yamaha Motor España no está cumpliendo "ni de lejos" el presupuesto de 2008. "La facturación y el resultado están cayendo este año en relación a lo previsto", reconoció.
Según Jorge Lasheras, el futuro recorte de producción en la fábrica de Barcelona es consecuencia de la debilidad del mercado de las dos ruedas tanto en España como en los principales países europeos, ya que las ventas han comenzado a caer tras el verano en Italia, Reino Unido, Alemania y Francia.
CAIDA DEL MERCADO.
En el caso de España, las ventas de motocicletas cayeron un 21% hasta septiembre, con cerca de 173.000 unidades, y Lasheras estima que en el conjunto del año el retroceso podría alcanzar el 23%. En el mercado de ciclomotores, el descenso hasta septiembre es del 29% (70.300 unidades) y la caída prevista para todo el ejercicio podría situarse en el 32%.
Entre las causas de la crisis del mercado de motocicletas y ciclomotores, el presidente de Yamaha citó "la confusión" generada sobre la elevación de la edad mínima para conducir un ciclomotor, el impacto de la ley de Montes sobre las motos ‘off road’ y, sobre todo, la repercusión de la crisis crediticia, tanto por la subida de los tipos como por la restricción de los préstamos, ya que el 60% de las motocicletas se financian.
Jorge Lasheras no atisba ningún síntoma de recuperación y considera que 2009 será un año "muy malo" para el mercado. Además, advirtió de que las ventas de motocicletas podrían caer un 15% adicional si el Gobierno aplica el nuevo impuesto de matriculación para motos vinculado a las emisiones de CO2.
En este sentido, calificó el proyecto gubernamental de "injusto" y denunció la inseguridad que genera para las empresas, por lo que pidió al Ejecutivo que "se olvide completamente" de su implementación. Además, dijo que el sector de dos ruedas se siente discriminado respecto al automóvil, puesto que cada gramo de CO2 emitido sería mucho más caro para una moto que para un coche.
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