El gobierno de Rumanía "no sabe cómo convencer" a sus emigrados para que regresen al país aun a pesar de la "necesidad real" de mano de obra en sectores como la construcción, según explicó hoy en Bucarest el director general de la Agencia de Estrategias Gubernamentales, Dan Jurcan.
En una cena con periodistas españoles en la capital rumana, Jurcan se refirió al crecimiento económico de la región desde su entrada en la Unión Europea y a las carencias que la emigración a países como España o Italia han producido en la población activa.
Según afirmó, el arraigo en los terceros países, especialmente cuando se trata de familias con hijos, dificulta el plan de retorno a Rumanía, que no puede ofrecer las ventajas sociales y laborales de los estados vecinos. "Hay muchos problemas sociales y es muy difícil porque, al final, es una cuestión de dinero, pero confiamos en que el problema se acabe resolviendo por sí mismo", apostilló.
Jurcan presentó ante la prensa la campaña que el Gobierno de Rumanía ha emprendido para la limpiar la imagen de sus ciudadanos afincados en otros países europeos que, en su opinión, "se ha visto dañada" principalmente por "la histeria desatada por los medios de comunicación tras tres o cuatro situaciones aisladas" ocurridas en Italia.
El Ejecutivo de Bucarest realizó entonces una serie de sondeos entre las poblaciones italiana y española y, si bien concluyó que la última es "más tolerante", constató que la relación entre la delicuencia y la inmigración procedente de Europa del Este, así como la asociación directa entre los gitanos y los rumanos, perjudicaba a sus ciudadanos.
"HOLA, SOY RUMANO"
En este sentido, criticó que "los españoles sólo ven a los gitanos porque están en la calle y no ven a los rumanos porque están trabajando" e incidió en que el país está obligado a intervenir para "proteger al 99,5 por ciento" de sus emigrantes, ya que estaban siendo "marginados" y, en muchos casos, "se sentían el blanco de los ataque públicos" por las actividades delictivas de un pequeño porcentaje de expatriados.
Por ello, ha realizado una inversión cercana a los 8 millones de euros en actividades culturales y anuncios publicitarios que intentan trasladar a las sociedades de ambos países una imagen más cercana a la realidad de la emigración rumana y más alejada de la percepción que según sus estadísticas tienen los ciudadanos. En España el lema de la campaña en ‘Hola, soy rumano: juntos hacemos un gran equipo’.
Sobre la cuestión concreta de la comunidad Romaní, el responsable de la comunicación del Gobierno, afirmó que "si son un problema, son un problema de toda europa y no sólo de Rumanía ya que son ciudadanos como el resto y tienen los mismos derechos". No obstante, incidió en que no se puede asociar directamente la delicuencia a este grupo étnico porque "es injusto" ya que "siempre hay un pequeño porcentaje en toda sociedad que delinque".
En el caso de Rumanía el Gobierno afirma que ha utilizado "el ejemplo de España" para implantar políticas que integren a los gitanos en la sociedad como el refuerzo de los líderes y su representación en la esfera pública o la creación de plazas escolares y universitarias específicas ya que "la educación es la única forma de integración", según apuntó Jurcan.
Los comentarios están cerrados.