La crisis económica está reduciendo el absentismo laboral en algunos sectores económicos por temor a despidos, a formar parte de un expediente de regulación de empleo o a cualquier otra causa que pueda hacer perder un puesto de trabajo en unos momentos en los que tener empleo resulta muy valioso.
Así lo están constatando algunas patronales y empresas consultadas por Europa Press, que están empezando a apreciar que la situación económica y los ajustes de empleo que se están realizando en algunos sectores están llevando a los trabajadores a cuidar sus bajas y a ‘escaquearse’ menos del trabajo.
Fuentes de la patronal de mutuas de accidente de trabajo y enfermedades profesionales AMAT confirmaron que en algunos sectores y empresas se está reduciendo el absentismo, si bien el gasto de las mutuas en el pago de prestaciones se está incrementando.
Las razones de este mayor gasto pueden deberse al aumento que ha experimentado la población protegida por las mutuas o a que hay más procesos o a que la duración de los mismos es más larga.
El absentismo laboral tiene importantes costes para las empresas y también para la Seguridad Social y las mutuas. Durante los primeros quince días, la baja por incapacidad temporal (IT) derivada de una enfermedad común la abonan las empresas y a partir del decimosexto día el gasto recae sobre la Seguridad Social o sobre las mutuas, dependiendo de si la empresa tiene contratada o no a una mutua.
En realidad, las empresas sólo están obligadas a pagar la prestación por IT desde el cuarto hasta el decimoquinto día de la baja del trabajador, pero muchos convenios colectivos, cerca del 70%, establecen que la empresa pague la prestación desde el primer día hasta el decimoquinto y además de forma completa.
ALTOS COSTES DIRECTOS E INDIRECTOS
Según explicó a Europa Press el director del Departamento de Relaciones Laborales de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Javier Ibars, el absentismo laboral no sólo tiene unos costes directos muy altos por causa de las prestaciones a pagar, sino que los costes indirectos (pérdidas de producción, sobrecarga de recursos humanos, etc.) son incluso mayores y superan en aproximante 1,8 veces a los directos.
El problema que supone para las empresas el absentismo laboral es tan grave, afirmó Ibars, que en Fomento del Trabajo y dentro de la propia CEOE se ha creado un grupo de trabajo para abordar esta cuestión.
La reducción del absentismo laboral es una de las reivindicaciones históricas de los empresarios, pero es un tema muy complejo, pues hay absentismo justificado, fruto de una enfermedad o de una dolencia, y otro que es resultado de la picaresca de los trabajadores.
La Seguridad Social ya ha anunciado que quiere colaborar con las comunidades autónomas en la búsqueda de un sistema informático que permita conocer el número de bajas laborales que se coge cada trabajador y el volumen de partes de baja que expide cada profesional médico. Esta medida ayudaría a combatir el absentismo y a diferenciar entre el justificado y el fraudulento.
Según datos de AMAT a los que ha tenido acceso Europa Press, prácticamente el 25% de los trabajadores que están de baja por una enfermedad común se reincorporan a su puesto de trabajo al día siguiente de ser avisados por la mutua para un próximo control médico.
LOS LUNES Y VIERNES, LOS QUE MÁS SE FALTAN
El absentismo laboral es mayor en el sector del autómovil, donde buena parte del sueldo (cerca de un 40%) está ligado a la productividad, y en el sector público, pues la edad media de sus trabajadores es superior a la del sector privado.
Fuentes del sector del automóvil confirmaron que el absentismo laboral en sus empresas está bajando por efecto combinado de la crisis y los ajustes de empleo que está viviendo el sector del motor. El último caso es Nissan, que despedirá al 37% de su plantilla en Barcelona.
También en el sector del metal se percibe un mayor cuidado de los trabajadores a la hora de ausentarse del trabajo, según fuentes de Confemetal consultadas por Europa Press.
Por su parte, la patronal catalana Fomento del Trabajo, aunque aún no ha apreciado una caída del absentismo por causa de la crisis, sí ha detectado que los días que más faltan los trabajadores a su puesto son los viernes. De hecho, las bajas en viernes están multiplicando por cinco las que se producen los lunes, que también es uno de los días donde hay más absentismo.
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