El empresario José María Ruiz-Mateos, presidente de Nueva Rumasa, aseguró la continuidad de los puestos de trabajo en la fábrica de yogures de Central Lechera Asturiana, después del acuerdo alcanzado, que supone que la fábrica de Sevilla va a ser alquilada por el grupo Ruiz-Mateos por un periodo de cuatro años y tras este periodo de alquiler, el grupo tiene la opción de compra de Central Lechera Asturiana.
En una nota remitida a Europa Press, Ruiz-Mateos destacó la "constante" preocupación del vicepresidente primero de la Junta y consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, "que en ocasiones se ha dirigido a Nueva Rumasa de forma tan especial, en la petición sobre el mantenimiento y creación de los puestos de trabajo de nuestras empresas, con tanto interés y vehemencia, poco frecuente en esa misión tan importante, que le distingue en el ejercicio de su cometido".
Ruiz-Mateos resaltó el interés "permanente" de su grupo de empresas, "que no sólo es el mantenimiento de los puestos de trabajo, sino la firme preocupación de incrementar el número de ellos, especialmente en los momentos tan difíciles como los que atravesamos".
Tras rechazar las "opiniones mal intencionadas" que manifiestan que Nueva Rumasa "sólo busca empresas en situación precaria económicamente", Ruiz-Mateos aseguró que "nada más lejos de la realidad" y recordó los dos últimos proyectos que se quieren llevar a cabo en Andalucía, como la construcción de una planta de platos preparados que genera más de 100 nuevos empleos, procedentes de la antigua Primayor en Jaén, y hacerse cargo de la fábrica de yogures de Central Lechera Asturiana en Sevilla, "actualmente sin actividad y que permitirá su puesta en marcha con la continuidad de sus puestos de trabajo".
Según indicó el sindicato UGT la semana pasada el acuerdo entre CLAS y Nueva Rumasa contempla que en el caso de las delegaciones comerciales, el acuerdo cerrado ofrece prejubilaciones a los trabajadores mayores de 55 años y el resto cobrarán 40 días de salario bruto por año trabajado.
De igual manera, el acuerdo precisa que en el caso de que el grupo Ruiz Mateos dentro de cuatro años no desee comprar la fábrica de Sevilla o quiera en este periodo hacer cualquier tipo de reestructuración de plantilla, los trabajadores de dicha fábrica pasarán también a cobrar 40 días de salario bruto por año trabajado. La fábrica sevillana posee 67 trabajadores en esta planta.
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