El grupo químico La Seda de Barcelona anunció ayer que se está preparando para la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal de nueve meses en su planta de San Roque (Cádiz) y en otra del extranjero, que no especificó, como medida de ‘reorganización’ de la empresa.
El pasado 10 de septiembre la planta Artenius-San Roque de La Seda de Barcelona paralizó su actividad debido a un ‘exceso de producción’, tras lo que los sindicatos temieron que la compañía anunciase en breve la presentación de un ERE que afectase a sus 125 empleados.
En febrero de 2007 La Seda de Barcelona se hizo con la única fábrica que la multinacional estadounidense Eastman Chemical (antigua Voridian) tenía en España, en San Roque (Cádiz), por un importe aproximado de 50 millones de euros.
En rueda de prensa tras la presentación de la nueva compañía Seda Energy, los directivos de la química catalana explicaron que desde hace un año la planta de Cádiz funcionaba a la mitad de su capacidad, y que la medida del ERE aún se está negociando con el comité de empresa para ver a cuántos empleados afectará.
Además, la dirección de La Seda ha aprovechado para asegurar que prevé que los resultados para finales de este año ‘mantengan la línea’ de los del primer semestre, en las que la química catalana ganó 11,2 millones de euros de beneficio neto consolidado, una caída del 59% en los primeros seis meses del año.
La creación de la nueva sociedad Seda Energy se enmarca dentro del nuevo planteamiento de la empresa de reducir costes, ya que no puede incidir en el precio de la materia prima y los carburantes, que suponen el 70% de los costes totales de la compañía.
Para ello, han implantado en su planta de El Prat de Llobregat (Barcelona) un sistema de poligeneración de energía que permitirá ahorrar hasta un 30% los costes energéticos, que el año pasado tuvieron una facturación de más de 200 millones de euros.
Además de generar electricidad y vapor para el funcionamiento de la empresa, la poligeneración permite obtener agua fría para refrigerar los conductos y calentar el aceite térmico necesario para los tratamientos químicos de la empresa.
La nueva compañía, de la que se pondrán a la venta el 49% de las acciones, busca la inversión de socios ‘adecuados’ dedicados al sector energético o financiero con intereses en la energía para que la conversión del resto de plantas en ahorradoras de energía ‘vaya más rápido’.
El primer sistema de poligeneración, puesto en marcha el pasado mes de junio, se prevé que permita ahorra a La Seda 2,5 millones de euros al año en costes energéticos de la fábrica.
La Seda de Barcelona es el líder europeo de producción de PET, con un 32% de cuota de mercado, y prevé que en los próximos años también se consolide como una compañía puntera en el PET reciclado.
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