Una sencilla carpeta con un currículum y ‘mucha paciencia’ son las herramientas con las que desempleados granadinos organizados espontáneamente inician un particular periplo diario por diversas sedes institucionales con una demanda expresa: ‘conseguir un trabajo para escapar de la miseria’.
Así de contundentes se expresan los integrantes de la autodenominada Asociación de Parados, surgida el pasado julio y que aglutina a alrededor de un centenar de desocupados procedentes de distintos ámbitos laborales afines a la construcción, uno de los sectores más castigados por la crisis en Granada.
Cada día se incrementa el número de personas que se adhieren a este colectivo, ha asegurado su portavoz, Diego Oliva, quien ensalza como ‘marchamo distintivo’ del grupo su ‘pacifismo y paciencia’, a pesar de que en sus tres meses de vida apenas han obtenido respuesta por parte de los organismos públicos.
Además de a empresas relacionadas con su ámbito profesional, los asociados se dirigen también hacia el Ayuntamiento de la capital y la Diputación, entre otras instituciones, ‘para reclamar que las administraciones cumplan’.
‘Desencantados en cierta manera’ con la labor ejercida por los principales sindicatos, la iniciativa surgió de ocho trabajadores de la construcción despedidos durante el pasado verano, ‘cuando la crisis económica dejaba ver sus primeros y perversos efectos en la provincia’, sostiene Oliva.
El altavoz y la octavilla se convirtieron entonces en las armas para reclutar a los integrantes de la Asociación de Parados, ha dicho su portavoz, quien advierte de que, ‘lejos de solicitar limosna’, el interés de la organización sólo va dirigido a conseguir empleo para sus miembros.
Procedentes del barrio granadino del Zaidín, así como de municipios del área metropolitana como Armilla, Atarfe, Albolote y Churriana, los asociados tienen edades que comprenden entre los 20 y los 52 años.
Hasta la fecha sólo la delegación de Empleo de la Junta de Andalucía ha accedido a entrevistarse con miembros de la asociación, a los que emplazó a que se dirijan a otras instituciones para buscar una solución al problema, ha revelado su portavoz.
‘Alegan siempre problemas de agenda para reunirse con nosotros cuando la principal obligación de las administraciones es implicarse en atender las necesidades de los ciudadanos’, se queja Oliva, quien vaticina que seguirán empleando ‘una beligerancia pacífica’ para que se les facilite su derecho a un trabajo digno.
La Asociación tiene como finalidad, según Oliva, ofrecer una bolsa de trabajo a todas las empresas de la construcción y afines del entorno de Granada que tengan puestos de trabajo vacantes que puedan ser ocupados.
Abiertos a los distintos sectores industriales y de la construcción, sus integrantes ya han advertido de que están dispuestos a seguir con su peregrinaje diario en la búsqueda de un empleo que les permita alimentar a sus familias.
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