Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Eurozona acordaron ayer capitalizar los bancos comunitarios en dificultades con fondos públicos y garantizar al menos hasta finales de 2009 los préstamos interbancarios con el objetivo de reactivar este mercado, que en la actualidad se encuentra paralizado por la desconfianza entre las entidades, según anunció el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
"Los Gobiernos de la zona euro otorgarán garantías públicas a las operaciones de refinanciación bancaria. Este dispositivo temporal, hasta el 31 de diciembre de 2009, se pagará a condiciones de mercado. No se trata de hacer un regalo a los bancos sino de permitirles funcionar", aseguró Sarkozy al término de la cumbre extraordinaria de los países del Eurogrupo.
A cambio, los países de la Eurozona pedirán a los bancos "un compromiso claro y concreto de mantener o incrementar el volumen de créditos, en particular en beneficio de los hogares y las pequeñas y medianas empresas".
Además, los Estados miembros que lo deseen "podrán reforzar el capital de los bancos suscribiendo acciones preferentes o similares", explicó el presidente francés. Los países de la zona euro reiteraron su compromiso de evitar la quiebra de las entidades importantes para el sistema financiero. Los directivos de los bancos intervenidos serán despedidos, y los accionistas no se beneficiarán de la intervención, resaltó Sarkozy.
El plan sigue el modelo diseñado por el primer ministro británico, Gordon Brown, y supone que cada Estado miembro actuará por su cuenta pero de manera coordinada con el resto de la UE. Así, tanto Alemania como Francia ya han anunciado que tienen previsto adoptar medidas en este sentido en los próximos días.
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