Un trabajador de la empresa Nervacero, ubicada en Trapagaran (Vizcaya), falleció ayer tras recibir un golpe en la cabeza cuando trataba de retirar un alambre roto de una bobinadora de barras de corrugado.
El siniestro mortal se produjo a las ocho menos veinticinco de la mañana y la víctima es J.L.G.O., un jefe de turno de 54 años que trabajaba en Nervacero desde el año 1976. Una máquina bobinadora quedó atascada y el operario ordenó que fuera parada para, tras realizar la pertinente reparación, lograr que pudiera ser puesta de nuevo en marcha. Una vez efectuada esta operación y con la bobinadora otra vez en funcionamiento, apreció que en la misma todavía quedaban restos de alambres rotos.
El trabajador intentó retirar estos alambres sin proceder a parar por segunda vez la máquina y, en ese momento, recibió un golpe en la cabeza de una pieza denominada ‘flap superior’, que provocó su fallecimiento en el acto.
La plantilla de Nervacero paralizó su actividad nada más conocer el siniestro y el comité convocó un paro de 24 horas. Además, desarrollará una asamblea, con posterior concentración de protesta, a las puertas de la empresa.
La Federación Minerometalúrgica de CCOO Euskadi apoya las movilizaciones convocadas por el Comité de Empresa por la muerte del trabajador, que eleva a medio centenar las contabilizadas hasta la fecha en el País Vasco.
En su opinión, la principal causa de la alta tasa de siniestralidad laboral ‘sigue siendo el incumplimiento de los empresarios de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales’, por lo que reclamó a las Administraciones estatal y vasca ‘medidas para perseguir los delitos contra la salud de los trabajadores’.
También exigió el cumplimiento de sus compromisos ‘para reforzar la Inspección de Trabajo -mediante la incorporación de los nuevos inspectores y técnicos- así como que se garantice el cobro efectivo de las sanciones y la tutela de los trabajadores, a través de los delegados de Prevención’.
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