El Gobierno ha recibido más de 4.000 peticiones formales de información por parte del colectivo inmigrante sobre el abono de las prestaciones por desempleo a trabajadores no comunitarios que retornen voluntariamente a sus países, programa al que podrán acogerse unas 11.000 personas.
Durante la inauguración ayer en Vera (Almería) del segundo congreso "Mujer e Inmigración: mujer migrada y mercado laboral", la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, ha avanzado el dato oficial sobre las demandas de información recibidas antes de la "inmediata" entrada en vigor del Real Decreto que desarrolla el programa de retorno, convalidado el 2 octubre por el Congreso.
Unos 11.000 inmigrantes -colectivo con tasas de desempleo del 16 por ciento- cumplen los requisitos para acogerse a este programa "estructural", establecido con "vocación de permanencia" y activado para dotar al mercado laboral de un instrumento para la gestión de los flujos migratorios.
Antes de abordar el tema de la mujer migrada, Rumí se ha referido nuevamente al catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, que se ha reducido en un 35 por ciento, para "ajustarse" al mercado laboral con una disminución, "como era razonable", de los contratos en origen para los sectores de la construcción y los servicios.
Las variaciones en este catálogo de profesiones para inmigrantes se traducirán, según ha estimado Rumí, en un "decrecimiento" de la contratación en origen, mecanismo que ha cedido paso en las prioridades del Ministerio de Trabajo a la promoción del mercado interno, con lo que en adelante se potenciará la recolocación de los españoles y los extranjeros que hayan quedado en situación de desempleo.
Rumí ha señalado que aproximadamente 1,9 millones de mujeres inmigrantes se encuentran actualmente en España de manera legal, una cifra "muy importante", que se está viendo afectada por el desempleo en igual medida que la población femenina autóctona.
Sin embargo, tanto Rumí como Rocío Palacios, directora general de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía, han apreciado una menor tasa de desempleo frente a los hombres inmigrantes, ya que las mujeres procedentes de otros países cuentan con una presencia mínima en el sector de la construcción, el que más se ha resentido con la crisis financiera mundial.
Palacios, quien ha apuntado que alrededor del 30 por ciento del Producto Interior Bruto español responde a la presencia de los inmigrantes en la economía del país, ha abogado por "abandonar" los tópicos sobre un colectivo que, lejos de ser "dependiente, nos aporta mucho más de los que nosotros le damos".
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