El fabricante textil Hilaturas Balsareny ha anunciado el cierre este año de su fábrica en la población catalana de Balsareny (Barcelona), que supondrá el despido de los 45 trabajadores en plantilla, según informaron fuentes sindicales a Europa Press, que aseguraron que el cierre se producirá "tan pronto" como se alcance el acuerdo.
La empresa, dedicada a la preparación de fibras de lana, comunicó al comité su decisión alegando las pérdidas de los últimos ejercicios como el motivo principal del cese de la actividad en un sector especialmente castigado por los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en los últimos meses en Catalunya.
Este cierre en la comarca del Bages se produce después de que el pasado mes de septiembre otra empresa de la zona, Eurofil (dedicada a la fabricación de tejidos para el sector de la automoción), anunciara el cierre de sus dos plantas, con el consiguiente despido de más de 70 personas.
Los sindicatos lamentaron el "goteo" de pérdida de empleos en el sector, especialmente en comarcas como el Bages, donde las posibilidades de recolocación "no son posibles", aún más cuando el perfil de los trabajadores que pierden el empleo son mujeres en su mayoría y con edades que rondan o superan los 50 años.
Hace unas semanas, la empresa textil Texel en Gelida (Barcelona) también llegó a un acuerdo con los trabajadores para cerrar la factoría y despidió a una treintena de empleados.
El sector atraviesa un momento "complicado", según alertan desde hace meses los responsables del Consejo Intertextil Español (Cie), que subrayaron su preocupación por un "fuerte" aumento del precio de las fibras, tanto naturales como químicas, así como el aumento de los costes energéticos.
Los empresarios también añadieron los efectos derivados del endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito, que repercuten en la viabilidad de algunas empresas en España, añadieron.
En lo que va de año, Catalunya también ha afrontado cierres de empresas del textil como DB Apparel, antigua Sara Lee y fabricante de ropa interior de marcas como Abanderado y Princesa, que anunció en mayo el cierre de sus dos plantas gerundendes de Cassà de la Selva y Massanes, con 132 trabajadores.
Además, el grupo Pasarela también hizo público el cese de actividad en sus fábricas de Reus (Tarragona) y Hostalric (Girona) con 70 empleados, y la firma Dresca, en Navarcles (Barcelona), que dejó en febrero a 180 personas sin empleo.
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