El fabricante sueco de automóviles Volvo Cars, perteneciente al grupo Volvo, anunció hoy un plan de ajuste que contempla la supresión de 6.000 puestos de trabajo en todo el mundo, 3.900 de ellos en sus instalaciones de Suecia, como consecuencia del "rápido" deterioro del mercado automovilístico global.
VOLVO avanzó en junio pasado sus planes para eliminar 2.000 empleos en todo el mundo. La empresa considera que este ajuste no es suficiente, por lo que ha decidido implementar nuevas medidas que suponen la supresión de otros 4.000 puestos de trabajo.
El consejero delegado de Volvo Car Corporation, Stephen Odell, aseguró que la industria automovilística afronta "tiempos difíciles, y Volvo no es una excepción". "Estas medidas son necesarias para crear una nueva y sostenible Volvo", añadió.
Según Odell, la inestable coyuntura económica ha conducido a una situación impredecible y la crisis en la industria automovilística mundial es más drástica de lo previsto.
El nuevo recorte anunciado hoy incluyen la eliminación de 2.700 empleos en Suecia y de otros 600 puestos de trabajo en filiales de otros países, además de 600 asesores. Todas estas bajas se suman al ajuste de 2.000 empleos dado a conocer el pasado mes de junio.
Los centros más afectados por el plan de reestructuración de Volvo se ubican en Goteborg, donde la empresa eliminará 3.335 empleos, y en Olofstrom, donde la empresa suprimirá 460 empleos en su planta de componentes.
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