Estas son las principales conclusiones del II Estudio Paneuropeo de Beneficios de Salud en la Empresa que Mercer ha elaborado con la colaboración de más de 800 compañías de Europa, de las cuales más de cien son españolas. Los empleados españoles se ausentan de su puesto de trabajo una media de 5,7 días al año por motivos de enfermedad. La media europea es algo superior: 7,4 días. En el caso de España, el 72% del total de tiempo de trabajo perdido se debe a ausencias cortas y frecuentes (inferiores a 7 días) y el 28% se debe a ausencias de larga duración (superiores a 7 días). Las principales causas de ausencia de larga duración en España son debidas a dolores músculo-esqueléticos y a patologías relacionadas con el estrés y la salud mental.
Las empresas europeas facilitan a sus empleados un amplio abanico de beneficios relacionados con la salud. El más común es la paga por enfermedad, ofrecido por el 71% de las compañías (48% en España). El 51% de las organizaciones proporciona un complemento de ingresos en caso de enfermedad o discapacidad de larga duración (56% en España), mientras que cobertura dental es ofrecida solamente por un 37% (44% en España), en comparación con la casi cobertura universal que se proporciona en Estados Unidos.
Las compañías europeas también ponen a disposición de sus empleados gran variedad de beneficios para mejorar su salud y su productividad, como el chequeo médico (53% en Europa y 79% en España), el pago de la cuota de un gimnasio (33% en Europa y 17% en España), programas de asistencia al empleado (29% en Europa y 9% en España), programas para dejar de fumar (26% en Europa y 33% en España) o asesoramiento sobre la dieta (14% en Europa y 9% en España). Vacaciones flexibles y horario flexible son ofrecidos por un 50% y un 57% respectivamente (63% y 53% en España) para fomentar la atracción y retención de talento.
Los seguros médicos privados también son habituales. En Reino Unido, el 90% de las organizaciones los ofrecen a sus empleados frente al escaso 15% de Alemania. En España, el 76% de las compañías ofrece seguro médico privado a algún colectivo de empleados. En Estados Unidos, todas las empresas con más de 500 empleados deben proporcionar cobertura sanitaria a su plantilla.
Incremento de costes
Los costes derivados de los beneficios de salud aumentaron en Europa una media del 5% por empleado durante 2007, un 6,6% en el caso de España. A pesar de este incremento, las empresas prevén mantener sus beneficios de salud debido al papel que estos juegan en la atracción y retención del talento. Las compañías que han participado en el estudio consideran que retener el talento clave es el principal motivo para ofrecer beneficios de salud, mientras que la gestión de los riesgos laborales y la mejora de la productividad y de los resultados también son considerados importantes.
“Dos tercios de las organizaciones destacan que tendrían problemas para retener a los mejores empleados si no ofrecieran buenos beneficios de salud. Estos programas son especialmente valorados como herramienta de atracción por las compañías de países emergentes de Europa del Este, donde la migración al resto de Europa ha provocado una escasez de talento. También hay evidencias que indican que los beneficios de salud son muy valorados en aquellos países en los que el seguro social no funciona demasiado bien”, comenta la doctora Marisol Sanz, directora del área de beneficios para empleados de Mercer.
De acuerdo con el estudio de Mercer, las empresas europeas están gastando una media del 5,3% del coste total de la nómina de la plantilla en beneficios de salud. En el caso de España, ese porcentaje es algo inferior: 4,2%. Las compañías que tienen gastos por encima de la media son normalmente las de aquellos países que cuentan con un sistema de salud público financiado a través de impuestos. En Reino Unido, por ejemplo, las organizaciones destinan una media del 7% a beneficios de salud. Por el contrario, en los países con sistemas de financiación a través de sistemas de seguro social la media baja a un 4,6%. En Estados Unidos, estas cifras son bastante mayores: las empresas destinan un 15,4% del coste total de la nómina de la plantilla a beneficios de salud.
El estudio de Mercer también señala que más de la mitad de los empleados (57%) no paga por los beneficios de salud ofrecidos por su organización. En el caso de España esta cifra es muy parecida: 53%. “En Estados Unidos, por el contrario, los empleados pagan alrededor de una cuarta parte de sus beneficios de salud”, destaca la doctora Sanz.
El coste de los beneficios de salud está subiendo. El incremento medio por empleado en 2007 fue de un 5% en toda Europa. Las empresas en países con modelos de financiación basados en impuestos han notado más esta subida de costes que los países con modelos de financiación basados en sistemas de Seguridad Social (55% frente al 43%). También se pone de manifiesto que han experimentado subidas de costes mayores: un 5,5% frente al 3,9% de los países con sistemas de Seguridad Social. En comparación, los costes se incrementaron en 2007 un 6,6% en España y un 6,1% en Estados Unidos.
A pesar del aumento, el 41% de las compañías europeas no considera probable que acometan cambios en sus programas de salud actuales para contener esos incrementos de coste. Cuando se les preguntó sobre los cambios que estarían dispuestos a llevar a cabo, el 38% respondió que restringirían la cobertura (el 25% en el caso de España) mientras que el 34% trasladaría parte del coste a los empleados (el 27% en el caso de España). “Algunas organizaciones señalan que han potenciado la utilización de la retribución flexible para gestionar mejor los costes y responder mejor a las necesidades de los empleados”, destaca la doctora Sanz.
“Los directivos de las empresas son conscientes de que los costes de los beneficios de salud se están incrementando. Están intentando mantener un equilibrio entre la subida de costes y la idea de que estos beneficios no sólo atraen el buen talento sino que produce un retorno de la inversión a largo plazo. Un empleado que goza de buena salud es, después de todo, un profesional más productivo”, comenta la doctora Sanz.
El 52% de los directivos de España afirma estar más preocupado por el impacto de la salud del empleado en la productividad y por seguir siendo competitivos en lo referente a los beneficios de salud (42%) que por el coste de los mismos (28%).
Tendencias
Con las diferentes reformas de los sistemas de Seguridad Social que se están llevando a cabo en Europa, el 72% de las empresas europeas piensa que esos cambios les presionarán para que ofrezcan cobertura sanitaria privada a sus empleados. Esta idea se da sobretodo en países con sistemas de Seguridad Social fuertes, como Francia, pero también en los países en los que la salud se financia a través de impuestos. En el Reino Unido, el 70% de las empresas que ha participado en el estudio cree que aumentarán las presiones relativas a los costes.
El informe de Mercer también resalta la escasa coordinación en temas de beneficios de salud a lo largo de Europa. Sólo el 50% de las multinacionales ha intentado coordinar sus actividades y sólo una de cada cuatro tiene estrategias comunes para Europa.
“El estudio refleja la diversidad de planes de beneficios de salud a lo largo de Europa. Sin embargo, existe la intención de mejorar la cooperación y coordinación en toda la zona, así como ahorrar mediante economías de escala. Iniciativas como el pooling de riesgo, la cual está relativamente avanzada y bien establecida, a menudo favorece mejores términos y condiciones así como una reducción de costes que podría equilibrar el aumento de los mismos en otros países. En resumen, se podría mejorar la gestión en toda Europa compartiendo las mejores prácticas”, afirma la doctora Sanz.
“Otras iniciativas más novedosas como los planes de seguros multinacionales* están ganando popularidad. La legislación europea está eliminando barreras locales y ofreciendo nuevas oportunidades a las aseguradoras para definir estas políticas”, concluye la doctora Sanz.
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