Las potencias europeas del G-8 (Francia, Alemania, Reino Unido e Italia) se comprometieron ayer "solemnemente" a apoyar a las entidades bancarias y financieras frente a las actuales turbulencias financieras, según anunció el presidente francés, Nicolás Sarkozy, al término de la minicumbre celebrada hoy en París.
"Cada Gobierno actuará con sus propios medios y métodos pero de manera coordinada con el resto de Estados europeos", explicó Sarkozy.
En caso de intervención pública de un banco en dificultades, los líderes de los países europeos del G-8 se comprometen a que "sus directivos sean sancionados y a que los accionistas soporten el peso de la intervención".
En tercer lugar, Sarkozy, el primer ministro británico, Gordon Brown, la canciller Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, pidieron a la Comisión Europea que, "teniendo en cuenta el carácter excepcional de las circunstancias económicas y financieras", aplique las reglas que limitan las ayudas públicas a las empresas "de manera flexible" y decida con rapidez sobre su aprobación.
De la misma manera, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que obliga a mantener el déficit público por debajo del 3%, se aplicará teniendo en cuenta "las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos", resaltó el presidente francés.
Finalmente, los países europeos del G-8 acordaron que, para que los bancos europeos estén en igualdad de condiciones que los del resto del mundo, las reglas contables sobre la clasificación de los activos en el balance bancario se modifiquen "para tener en cuenta la duración de la detención de estos activos por parte de los bancos".
CUMBRE INTERNACIONAL.
Los dirigentes del G-8 respaldaron la convocatoria "lo antes posible" de una cumbre internacional para la "refundación del sistema bancario internacional".
En esta cumbre deberá acordarse regular y supervisar a todos los actores del mercado, no sólo a los bancos comerciales sino también a las agencias de calificación de riesgos, los ‘hedge funds’ y los bancos de inversión.
También se revisarán las reglas contables para evitar "burbujas" en los buenos momentos del ciclo y "crisis de liquidez" en los momentos de crisis.
Finalmente, se examinarán los sistemas de remuneración de los directivos empresariales "para evitar que favorezcan toma de riesgo excesivo y luchar contra el cortoplacismo".
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