Asociaciones de inmigrantes señalaron ayer "falta de seriedad" en el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, por sus recientes declaraciones sobre la restricción de los reagrupamientos familiares. Según denuncian ATIME, ASISI y Rumiñahui, la cuestión es "demasiado seria" como para "decir cada día una cosa en televisión".
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Trabajadores Marroquíes en España (ATIME), Kamal Rahmouni, afirmó que "no es adecuado tener que escuchar cada semana un anuncio en una dirección o en otra sobre la Ley de Extranjería porque igual aparece mañana otro ministro para rectificarlo".
"Es un asunto bastante serio y hay que tratarlo en el Congreso de los Diputados, los agentes sociales y las organizaciones de inmigrantes, que son los cauces adecuados, no la televisión", señaló.
En la misma línea se expresó el portavoz de la asociación Hispano Ecuatoriana Rumiñahui, Raúl Jiménez, habló de "improvisación" porque "se hace un anuncio, después se va matizando y al final una autoridad tiene que salir en para autorizar o desautorizar su contenido".
En su opinión, "se debería hacer una reforma de la ley coordinada con todos los agentes para que luego no tenga que salir la vicepresidenta del Gobierno a matizar al ministro o la secretaria de Estado de Inmigración e Inmigración a maquillar lo dicho".
Por su parte, el presidente de la Asociación Solidaria de Integración Sociocultural de Inmigrantes (ASISI), Hassam Arabi, atribuyó las declaraciones en televisión "a la inexperiencia de Corbacho, una persona que está acostumbrada a gobernar con mano de hierro desde su posición como alcalde y que ahora confunde los términos (…) porque un ministro es uno más y tiene que consultar de vez en cuando lo que dice".
RESTRINGIR DERECHOS
En cuanto a la medida en sí, por la que sólo podrían solicitar la reagrupación de padres y abuelos los extranjeros que llevasen más de cinco años viviendo legalmente en España, las organizaciones manifestaron posturas diferentes.
Así, mientras ATIME considera que se trata de "una vuelta atrás" y "un recorte de derechos", ASISI afirma que no es un cambio sustancial porque "en la vida real, nadie se trae a sus padres hasta pasados al menos cuatro o cinco años, cuando ya tiene estabilidad y recursos para mantenerles".
Por su parte, Rumiñahui expone que el problema no es el tiempo mínimo que se fije para reagrupar familiares ascendentes, sino "los obstáculos absurdos" que se imponen en algunas embajadas para dificultar el reagrupamiento. "La cuestión está en que se cumpla la ley y se aplique en la embajada de España en Ecuador, porque hay muchos padres de familias que ya tienen la nacionalidad o la residencia permanente y recursos suficientes y aún así, se lo deniegan", apuntó Jiménez.
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