CC.OO. y UGT celebrarán el próximo día 7 movilizaciones en las tres capitales vascas dentro de la Jornada mundial por el "trabajo decente" y de rechazo a la directiva europea de ampliación de horarios laborales, que incrementaría "de una forma brutal" el desempleo. Los sindicatos vascos alertaron de "la tentación" de hacer de los trabajadores "los paganos" de la crisis y de que la falta de unidad sindical "da ventajas a la patronal".
Los responsables de CC.OO. y UGT en Euskadi, Josu Onaindi y Dámaso Casado, respectivamente, presentaron en una rueda de prensa en Bilbao los actos que se celebrarán durante esta jornada que constituye la primera protesta sindical convocada a nivel mundial.
En el marco de esta iniciativa, los dos sindicatos se concentrarán, a partir de las once de la mañana en la Plaza Circular de Bilbao, en la Plaza Gipuzkoa de San Sebastián y en la Plaza de Correos de Vitoria y pretenden además que la movilización se produzca también en el entorno de los distintos centros de trabajo del País Vasco.
Según explicó Onaindi, la protesta pretende reivindicar "el trabajo decente, digno, seguro, sin accidentes laborales" y, además, se convertirá en Europa en una movilización de rechazo a la normativa europea sobre la ampliación de la jornada laboral.
El dirigente de CC.OO. advirtió de que, en la actual situación económica, "una de las tentaciones, como reflejaba bien claramente el presidente de la OCDE, es empeorar las condiciones laborales, perjudicar las condiciones del empleo" y hacer que los trabajadores sean "los paganos de la crisis", que "tiene que ver más con las ingenierías financieras que con una crisis producida por el mercado de trabajo y las condiciones laborales".
En este sentido, insistió en que "Europa, o es una Europa social o no existe esa Europa de todos los ciudadanos" y emplazó al Parlamento europeo a "ser sensible a una Europa social que permitió tener una estabilidad política y social importante" y crear el actual estado del bienestar y que ahora "las fuerzas más derechistas" pretenden "poner en tela de juicio".
Onaindi alertó de que, "todavía hoy", la mitad de la fuerza laboral mundial gana menos de dos dólares diarios, más de doce millones de personas trabajan "en condiciones de esclavitud", 200 millones de menores de 15 años "trabajan en lugar de ir a la escuela", y más de dos millones de personas mueren a causa de accidentes o enfermedades laborales al año.
"INDIVIDUALIZAR" LAS RELACIONES LABORALES
Por su parte, Dámaso Casado lamentó que, en Europa, "hay un capitalismo cada día más duro que está convenciendo a montones de políticos para intentar quitarnos derechos y libertades a los trabajadores, y bienestar".
En este contexto, situó la directiva europea de ampliación de la jornada laboral a 65 horas y alertó de que, si se pusiera en práctica esta medida, el desempleo en la UE se incrementaría "de una forma brutal" ya que el descenso experimentado en los últimos años tiene como "una de las claves" la reducción de la jornada.
Casado se felicitó por la resolución del Congreso "en contra de la directiva" y confió en que, "cuando se vaya al Parlamento europeo, todos los diputados que estén allí" hagan posible que no sea aprobada. "Lo que pretende el capitalismo europeo y muchos políticos europeos es individualizar las relaciones laborales", censuró el secretario general de UGT-Euskadi, que insistió en la necesidad de "seguir siendo colectivos" con convenios sectoriales y directivas "globales".
Asimismo, instó a realizar una reflexión ante el hecho de que "en el ámbito europeo nos ponemos de acuerdo todos los sindicatos de 155 países" y en Euskadi no es "posible" realizar una movilización "juntos". De este modo, criticó que "hay un sindicato que en Europa, en el mundo no tiene ningún problema en reunirse y participar, votar junto con todos nosotros, y en aquí ya no existimos para él".
A su entender, esta situación "no puede seguir así" porque supone "dar ventajas y potestad a la patronal y al capitalismo". En esta línea, esperó que el sindicalismo mundial "se vaya fortaleciendo cada día más" para "plantar cara al capitalismo, fundamentalmente al especulativo y especulador, y a políticos dictadores".
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