El sindicato UGT reconoció ayer la "situación difícil" que atraviesa la automoción en Galicia y en España, y vinculó el futuro de este sector con la evolución del mercado de exportación, del que depende en gran medida, aunque admitió que los últimos datos a este respecto "empiezan a ser preocupantes".
Así, el responsable de Automoción y Componentes de UGT a nivel federal, Rogelio Mena, afirmó que los próximos nueve meses serán "complicados" y recordó que el 84 por ciento de los coches que se producen en España se destinan a mercados como el alemán, francés o inglés. En ese sentido, apuntó que estos países tienen "síntomas de enfriamiento económico" y que "las previsiones de venta son a la baja".
No obstante, precisó que la industria de automoción nacional "está en condiciones objetivas de dar una respuesta" a esta situación y abogó por el uso de los "mecanismos de flexibilidad previstos", en detrimento de otros recursos como los expedientes de regulación de empleo (ERE), que "deben ser la última medida en acometerse".
Mena explicó que la producción de coches se encuentra, actualmente, en "datos negativos", con un 3,6 por ciento menos que el año pasado. Un descenso que se ha traducido en un número de matriculaciones y que empieza a tener su reflejo en la reducción de las exportaciones.
Los representantes del sindicato hicieron un llamamiento a la "responsabilidad" de las empresas, de la banca (para que no denieguen tantos créditos para las compras de coches) y de la clase política, para que todos los agentes implicados contribuyan a paliar los efectos de la crisis económica.
EMPLEO Y NEGOCIACIÓN CON LA XUNTA
Con respecto al empleo, el portavoz sindical apuntó que, por cada uno que existe en las plantas de fabricación de automóviles, hay otros cuatro empleos en la industria auxiliar y de componentes, aunque precisó que, hasta ahora, los EREs que se han abierto "son de carácter temporal", como en el caso de las fábricas de Nissan y Ford.
Asimismo, recordó que los recortes de producción que se han implementado en las factorías afectan a los trabajadores eventuales, no a los fijos.
En lo que respecta a la industria auxiliar, el secretario general de MCA-UGT de Galicia, Manuel García, reconoció que en la comunidad gallega hay en torno a 80 empresas de componentes que dependerán de las decisiones que adopte la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën sobre su producción.
Por otra parte, exigió a la Xunta que convoque la mesa de negociación prevista en el marco del acuerdo de diálogo social para abordar medidas que garanticen la estabilidad del empleo y soluciones para el futuro del sector, y advirtió de que los sindicatos deben tomar parte en ese debate porque no quieren que la Administración les traslade sus propuestas "cuando ya lo tengan todo cocido con los empresarios".
García recordó que tanto el Ministerio de Industria como otras comunidades autónomas ya han dado pasos en ese sentido, y que el Gobierno gallego "debe ir al grano", ya que "no es de recibo anunciar reuniones a través de los periódicos" y no se puede "hacer la guerra cada uno por su lado".
CITROËN
En el caso de la fábrica viguesa, que los representantes de UGT calificaron como "buque insignia" de PSA en el mundo, el secretario de la sección sindical de UGT, Rubén Pérez, confirmó que, desde la vuelta de vacaciones y hasta final de año, la planta producirá entre 24.000 y 25.000 vehículos menos.
Esta reducción supone que entre 250 y 300 operarios eventuales dejarán de trabajar en la factoría entre esta semana y finales de noviembre, porque no se han renovado sus contratos, una cifra que, en principio, no aumentará. A ese respecto, Pérez señaló que si vuelve a haber recortes de producción "habrá que tomar medidas que afectarán a una parte del turno de noche".
En todo caso, el representante de UGT en la factoría viguesa, reiteró la intención del sindicato de "luchar para que se mantengan todos los turnos", y ya ha propuesto medidas como la reorganización del calendario de vacaciones para que los turnos puedan parar entre 15 y 20 días al año en caso de baja demanda.
Según Rubén Pérez, si la fábrica viguesa acaba el año con una producción de 460.000 coches será una "cifra más que satisfactoria", y si la producción supera las 400.000 unidades "se puede mantener la actividad de los tres turnos".
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