En la central administrativa, los más de 600 hombres y mujeres empleados directamente por la marca han visto como en los últimos años se ha impulsado la contratación de personas nacidas fuera de España. Si en 2005, el 2% de la plantilla era extranjera, en la actualidad se acerca al 10%. Son 17 los países que componen el universo de MRW, de los cuales, Perú es el que tiene una mayor representación, con 16 personas, seguido de Ecuador (10) e Italia (6).
Esta diversidad ha favorecido la creación de grupos más heterogéneos con diferentes puntos de vista para afrontar problemas y obtener soluciones. MRW apuesta por la internacionalización no sólo de su negocio sino también de su plantilla. Como bien afirma la directora de Relaciones Corporativas, Silvia Vílchez, “La suma de nacionalidades dentro de una empresa resulta una ventaja competitiva a la hora de conocer las necesidades de un cliente cada vez más internacional y diverso. Si bien es cierto que esta diversidad puede dificultar la gestión, porque hay más puntos de vista y por tanto mayor discrepancia de criterios, el resultado es mucho más rico.”.
Paridad sin discriminación positiva
La gestión de la diversidad dentro de MRW no sólo alcanza a la inmigración sino también a las acciones relacionadas con género y capacidades físicas. En cuanto a lo primero, género, MRW siempre ha destacado, desde sus inicios hace 31 años, por mantener la igualdad en la contratación, promoción y retribución. En la actualidad, la plantilla de MRW Central está compuesta por un 56,64% de hombres y un 43,46% de mujeres. Esta cifra no disminuye según aumenta las responsabilidades, algo sintomático en muchas empresas españolas y europeas. Aquí, el 42,7% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. La clave de esta igualdad, sin necesidad de tomar medidas de discriminación positiva, es una jornada de trabajo continuada que más del 90% de los empleados tiene; el otro 10% cubre la franja horaria en las que las franquicias están abiertas. Esto permite conciliar la vida familiar-laboral sin tener que renunciar a una de estas dos esferas.
Como muestra de esta implicación por la igualdad, MRW es una de las empresas adscritas, desde 1997, al Programa Óptima, de igualdad de oportunidades hombre-mujer, promovido por el Instituto de la Mujer; además es pionero de Proyecto PI, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona en 2001, cuyo objetivo es sensibilizar sobre la igualdad de géneros dentro del tejido empresarial.
En cuanto a la Discapacidad, en 1997 MRW firmó un convenio con Fundosa (Sociedad Instrumental de la Fundación ONCE) mediante el cual la marca se comprometía a facilitar la inserción en el mundo laboral de personal con discapacidad. Actualmente, el 7.04% de la plantilla tiene alguna discapacidad (el 10,68% en la central administrativa).
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