La incertidumbre cunde entre el personal de Dexia, por lo que los sindicatos del grupo financiero franco-belga en crisis exigen a la dirección que convoque consejos extraordinarios en ambos países, informó hoy la agencia Belga.
El sindicato socialista belga SETCa pretende obtener garantías sobre el empleo de los 36.500 trabajadores contratados por la entidad en 39 países.
Según esta central sindical, "las noticias conocidas en los últimos días están en contradicción con las informaciones que nos proporcionan en las reuniones del comité de empresa".
El gobierno flamenco se reunió hoy a las 10.00 GMT para abordar la situación de este banco, al que la región deberá inyectar 500 millones de euros como parte de una ampliación de capital para restaurar la confianza en la entidad.
Bélgica, Francia y Luxemburgo acordaron esta madrugada inyectar 6.400 millones de euros en el banco para reflotarlo, de los que las regiones belgas se repartirán su contribución en función de su riqueza (Flandes, 500 millones; Valonia, 350 y Bruselas, 150 millones).
Esta participación regional se ha considerado necesaria porque Dexia es un banco especializado en la financiación a las entidades locales.
Pero el distrito comunal de Schaerbeek, en Bruselas, que posee cerca de un millón de euros en acciones de Dexia, advirtió hoy de que no aportará "ni un euro" en esta operación de rescate si no se produce un "cambio radical" en la dirección de la entidad.
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