El secretario general de CCOO, Carlos Ollero, afirmó hoy que el panorama económico está cargado de "incertidumbre" y que se caracteriza por el fuerte endeudamiento interno de las familias y de las empresas, el intenso crecimiento del precio de la vivienda y el abultado déficit con el exterior. Los efectos, según Ollero, "no pueden ser más negativos": existe un problema de control de precios, una reducción de la recaudación de la Administración, "con lo que ésta tendrá dificultades para responder a los servicios y prestaciones que tiene encomendados", y como consecuencia de la caída del sector de la construcción, una importante pérdida de empleo.
Los trabajadores "no somos responsables de esta situación, por lo que no permitiremos recortes en la protección social de los trabajadores ahora que aumenta el paro, ni que se utilice el Fondo de Reserva de la Seguridad Social con fines distintos a los previstos para amortiguar la crisis".
Además, Ollero rechazó las demandas de "más facilidades para el despido o que se recorte el gasto público en detrimento del funcionamiento y calidad de los servicios públicos", al tiempo que se piden y practican nuevas rebajas fiscales para los que más tienen. Estas son las "líneas rojas" que CCOO no permitirá que se traspasen.
Ante la gravedad de la crisis, la prioridad para CCOO debe ser ocuparse "de los de abajo". "Vamos a seguir defendiendo que no se penalice a los de abajo", manifestó Ollero, para lo que apostó por impulsar la formación y cualificación laboral y mejorar la coordinación institucional y el funcionamiento de los Servicios Públicos de Empleo, entre otras medidas, que permitan preservar los intereses de los trabajadores.
Finalmente, el secretario general de CCOO abogó por avanzar en el cambio de modelo productivo, así como garantizar la viabilidad del sistema de pensiones, asegurando la contributividad, la solidaridad y la equidad, un objetivo que precisa la creación de empleo de calidad.
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