Los 220 trabajadores de la sede central de Caja Vital en Vitoria, que fue objeto de un atentado con coche-bomba en la noche del pasado sábado, han trabajado hoy con "relativa normalidad", después de las labores de limpieza y desescombro llevadas a acabo en las últimas horas por las brigadas de trabajo de urgencia hayan permitido retirar la mayor parte de los desperfectos ocasionados por la explosión.
Según informó a Europa Press la entidad financiera, la Caja también ha podido prestar sus servicios a los usuarios con normalidad, dado que el sistema informático central de las instalaciones no resultó afectado por la explosión.
Todos los sindicatos del comité de empresa, salvo LAB, animaron a la ciudadanía a participar en las concentraciones de condena de los últimos atentados.
Por otra parte, el Consejo de Administración de la entidad se reunirá a las cinco de esta tarde con carácter de urgencia para analizar la situación producida por el atentado. El encuentro no se celebrará en las instalaciones atacadas el sábado, sino en la sede de la entidad financiera en la calle Postas.
Los daños sufridos por el edificio central de la caja, que no han afectado a la estructura, no han impedido que los 220 empleados que habitualmente trabajan en la sede pudieran desempeñar hoy sus labores con "relativa normalidad".
A pesar de todo, los puestos de trabajo de 25 empleados de los departamentos comercial y de marketing han sido desplazados temporalmente a una sala multiusos, dado que sus departamentos fueron los más afectados por la explosión.
De momento, la entidad financiera no ha evaluado la cuantía económica de los daños producidos por el coche bomba, que afectaron especialmente a la fachada norte del edificio. La entidad financiera destacó que "la mejor respuesta" que se puede dar al atentado es que la Caja "siga trabajando como hasta ahora".
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