Cuatro trabajadores del Centro Penitenciario de Villabona han sido diagnosticados en los últimos meses como enfermos de hepatitis ‘C’. Todos ellos desarrollaban su trabajo en el área de Vigilancia Interior permaneciendo diariamente en los módulos de la prisión y en contacto directo con los internos, según informaron a Europa Press fuentes sindicales.
Uno de los trabajadores había realizado recientemente el reconocimiento médico anual al que voluntariamente se somete la plantilla sin que se le detectase la enfermedad.
El delegado de prevención de salud laboral de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) tuvo que notificar, en una de las reuniones del Comité de Seguridad y Salud Laboral, la enfermedad de otro de los trabajadores, ‘desconocida por la Dirección del centro’ después de varios meses de encontrarse enfermo y de baja laboral.
‘Es habitual en Villabona que los expedientes de accidente laboral se inicien con retraso y a instancia de los Delegados de Prevención representantes de los trabajadores, a pesar de que los incidentes producidos en la prisión son puestos en conocimiento de los Jefes de Servicios, cuentan con informes médicos y, en varios casos, con traslados a centros hospitalarios’, según informaron fuentes sindicales.
Según las mismas fuentes, los trabajadores afectados han tenido que recurrir a la vía judicial como única salida para que se les reconozcan sus derechos ya que la Administración ‘ha negado a estos trabajadores la condición de enfermedad laboral’. ‘Es habitual que los trabajadores tengan que recurrir al contencioso-administrativo para que se les reconozca la existencia de un accidente o enfermedad laboral’, apuntaron.
Los sindicatos advierten de que entre la población reclusa de Villabona hay una importante incidencia de enfermedades infecto-contagiosas y biológicas tales como sida, hepatitis, o tubercolosis, al tratarse de una población de alto riesgo con elevado número de internos poli-toxicómanos.
En este sentido, la plataforma sindical volvió a incidir en la masificación de presos en la prisión, con una ocupación cercana al 190 por ciento de su capacidad, como uno de los grandes motivos del contagio de enfermedades. El pasado mes de Mayo se produjo un brote epidémico de varicela, con varios internos afectados, que mantuvo a cuatro módulos de la prisión con casi 500 internos en cuarentena.
Por ello, los sindicatos lamentan y denuncian la actitud ‘inoperante y obstruccionista’ de la dirección de Villabona en el comité de seguridad y salud laboral llegando al extremo de no entregar a los delegados de prevención copia del borrador de la evaluación de riesgos realizada recientemente por una empresa externa.
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